Unas 1500 personas estuvieron presentes en la Universal de Laprida 561 para participar de una reunión especial que el obispo Djalma realizó el pasado martes 21 de abril a las 15. En ella, el Obispo concientizó a los presentes sobre la importancia y el poder de los pensamientos.
“‘Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre del Señor de los Ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado. El Señor te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel. Y sabrá toda esta congregación que el Señor no salva con espada y con lanza; porque del Señor es la batalla, y Él os entregará en nuestras manos.’, (1 Samuel 17:45-47). Cuando David dijo esto, todavía no tenía piedras en sus manos pero el gigante ya estaba muerto en sus pensamientos.
La Biblia dice: ‘Ciertamente se hará de la manera que lo he pensado…’, (Isaías 14:24). Su vida hoy es el resultado de lo que usted pensó ayer. ¿Qué sucederá mañana? Lo que usted piensa hoy. Hay personas que viven una vida contraria a la voluntad de Dios, pero en sus pensamientos ellos quieren tener una vida correcta. Llegará un día en el que esta persona tendrá una vida limpia; ella será llevada por el pensamiento que ha tenido. Hay personas que tienen una vida limpia pero han tenido pensamientos malos. Entonces llegará un día en el que esta persona que hoy está limpia mañana estará sucia por causa de sus pensamientos. Es a través de los pensamientos que uno puede acercarse o apartarse de Dios, por eso debemos protegerlos y tenerlos siempre puestos en las cosas de lo Alto, para que el diablo no encuentre forma de llevarnos a la derrota soplándonos sus pensamientos”, dijo.
Así, quienes escucharon atentamente estas palabras y se dispusieron a ponerlas en práctica pudieron buscar fuerzas en Dios para cambiar sus pensamientos y mantenerlos fijos en las cosas de lo Alto y así cosechar mañana los frutos de esa actitud.