“Al Señor ESPERÉ pacientemente, y Él se inclinó a mí y oyó mi clamor.” Salmos 40:1
Fe y confianza son inseparables
Compartir.
Facebook
Correo electrónico
Telegram
WhatsApp
Twitter
Artículo anteriorCuidado con los amigos tóxicos
Artículo siguiente Conozca una de las razones del fracaso matrimonial
Blogs relacionados
Añadir un comentario