Despierta temprano y se acuesta tarde, durante el día corre de un lado para el otro para poder cumplir con todos los compromisos. Invierte en la carrera – creyendo que si se perfecciona podrá alcanzar mayores cargos en la empresa. No tiene tiempo libre, sacrifica fines de semana y hasta las vacaciones, pensando que de esta manera podrá ahorrar algo de dinero para poder obtener el mínimo de comodidad. Sólo que no es exactamente eso lo que sucede. Cuando se detiene y analiza, nunca tiene lo suficiente para pagar las cuentas y, lo peor, es que percibe que otras áreas de su vida también fueron afectadas. La familia está mal, la salud y la vida financiera van de la misma manera, aun recibiendo tanta atención, la misma no rinde a la altura de las inversiones realizadas.
Esta ha sido la situación de muchas personas, pero, ¿Por qué será que esto sucede?
El rey Salomón encontró la respuesta para ese enigma:
“Si el Señor no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; si el Señor no guardare la ciudad, en vano vela la guardia. Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, y que comáis pan de dolores; pues que a Su amado dará Dios el sueño.” (Salmos 127:1-2)
El secreto está en la alianza con Dios. Cuando tenemos una sociedad con Él, todo esfuerzo tiene su recompensa, es más, incluso mientras dormimos nuestra vida rinde. Cuando confiamos en esta sociedad, Él suple todas nuestras necesidades, nos da la dirección de lo que debe ser nuestra prioridad y en dónde debemos invertir nuestros esfuerzos con equilibrio e incluso lo que tendría que tener un mal resultado termina saliendo bien.
Si usted es un diezmista o quiere serlo y quiere asumir un compromiso con Dios, aproveche la oportunidad de participar el próximo domingo 2 de noviembre, de la “Consagración de los diezmistas”, que se realizará en todas las Universal. Encuentre la dirección más cercana a su domicilio ingresando en: www.universal.org.ar/direcciones
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