Cristian: “Antes de participar del Tratamiento de la Cura de los Vicios, tenía problemas de alcohol y depresión. Había probado de muchas maneras ser libre de eso, fui a psicólogos y psiquiatras, pero no lo lograba.
Desde pequeño veía cómo mi papá llegaba a casa alcoholizado, le pegaba a mi mamá y se drogaba. Pensaba que eso no me iba a afectar, pero fui creciendo y me involucré en el alcohol. En un momento de mi vida, todos los proyectos que emprendía no daban frutos. Entonces, cuando sentía frustración, bebía e iba a los bailes. A veces pasaba varios días bebiendo. Gastaba todo el dinero en eso. Yo no era feliz. Cuando tenía alrededor de veinte años intenté suicidarme en mi habitación porque las cosas no estaban saliendo como yo quería. Necesitaba ser feliz porque en mi infancia nunca lo había sido, a los trece años me fui de mi casa debido a que mi papá era muy violento con mi mamá.
En esa situación, un día puse la radio en el celular y escuché a una persona que hablaba y lo que decía parecía que me lo decía a mí. Luego hizo una invitación a la Iglesia Universal. Asistí y comencé a hacer el tratamiento. No fue fácil, pero me liberé de los vicios, de la depresión y de los malos pensamientos. Fui constante, me casé e inicié mi propio emprendimiento. Aprendí que el Espíritu Santo fue el que me ayudó. En la iglesia conquisté lo que siempre busqué: ser feliz. Estoy muy agradecido”.
Participe del Tratamiento para la Cura Definitiva de Todos los Vicios, a las 15 h, en la Universal más cercana de usted.