Debido a su fácil digestibilidad y al gran aporte en proteínas, la gelatina constituye un alimento que seguramente integrará la lista de comidas recomendadas que recete un médico para tratar todo tipo de convalecencias o enfermedades, y aunque en esencia se trata de un preparado muy nutritivo, veamos un poco más sobre su proceso de elaboración y la diferencia que tendría con una gelatina hecha en casa.
Tal vez esto te sorprenda, pero la verdad es que cuando hablamos de gelatina estamos haciendo referencia a un producto de origen animal, elaborado a partir del colágeno de animales de granja, como vacas y cerdos, de los cuales se utiliza su piel y huesos para obtener la tan preciada proteína (el colágeno) y así producir el polvillo que luego disolverás en agua para lograr una rica gelatina.
Probablemente esta noticia te cause un poco de impresión si no sabías el origen de la gelatina, pero dejando de lado cuestiones filosóficas y siempre y cuando no seas vegetariano, el hecho indiscutido es que la gelatina constituye un alimento nutritivo, muy recomendable cuando nuestra salud no acepta la ingesta de otro tipo de alimentos.
Debes tener en cuenta que, como sucede con gran parte de la industria alimenticia, también la gelatina se ve sometida a varios procesos industriales y agregado de químicos y conservantes que no resultan benéficos para nuestra salud, así como tampoco el hecho de que muchos de los animales que se utilizan para su producción son criados en condiciones de engorde, donde son sometidos a la aplicación de antibióticos y transgénicos, todo lo cual también estará integrando esa rica y colorida porción de gelatina que tienes en tu mesa.
¿Cómo consumir una gelatina natural?
Parte de estas condiciones puedes revertirlas utilizando gelatinas lo más orgánicas posibles, y principalmente renunciando a aquellas que vienen empaquetadas y listas para preparar, pues si bien permiten crear deliciosos postres, con lindos colores y ricos sabores, recuerda que estos han sido elaborados mediante el uso de químicos.
Te brindamos una receta casera, para que puedas preparar una gelatina más natural y saludable, lo suficientemente elástica para que puedas amoldarla a tu estado de salud.
Ingredientes:
– 3 cucharadas de gelatina neutra
– 2 tazas de zumo fresco de cítricos, uva o fresas
– 1 taza de té a base de las hierbas que correspondan
– Miel o edulcorantes naturales (opcional)
Preparación: Mezcla las 3 cucharadas de gelatina con la infusión de hierbas y la miel en una olla a fuego lento hasta que se disuelva por completo. También puedes utilizar directamente una infusión caliente.
Cuando esté fría, coloca el preparado de gelatina y hierbas en el recipiente que contendrá tu gelatina, y añádele el zumo de frutas. Mezcla bien y cúbrelo con un papel plástico.
Coloca el recipiente en el refrigerador durante unas cuantas horas.
Con este simple procedimiento podrás obtener una gelatina mucho más saludable de la que puedes preparar a partir de las gelatinas en caja.
Además, con el añadido de hierbas podrás obtener un alimento especialmente benéfico para el problema que te aqueja, por lo que resulta imprescindible que escojas una hierba según tu malestar.