La joven Casey Ficher, que vive en New Hampshire, en Estados Unidos, ha conmovido a miles de personas con una historia en su red social.
Un día cuando estaba dirigiéndose a la universidad, encontró a una persona en situación de calle, y apenas con un simple gesto, le salvó la vida sin saberlo.
Comprenda lo que sucedió:
“Hoy estaba yendo de camino hacia la universidad cuando vi a un señor que se encontraba en situación de calle, sentado en la acera contando monedas. Lo observé mientras entraba en un bar de la red Dunkin Donuts. Él estaba contando las monedas para comprar algo. No sé por qué, pero comencé a incomodarlo, hablándole sin parar, incluso me di cuenta que él no estaba queriendo conversar mucho. Como él solo tenía un dólar en el bolsillo, le compré un café, un sándwich y le pedí que se sentara a mi lado. En ese momento, él comenzó a contarme cómo las personas en general lo trataban mal por ser un mendigo.”
Él me contó que las drogas lo habían transformado en alguien que él no quería ser, que su madre había muerto de cáncer y que nunca había conocido a su padre. Su deseo era el de convertirse en alguien que su madre tuviera orgullo. (También me contó muchas otras cosas que valdrían la pena horas de conversación).
Este adorable hombre se llama Chris y él es una de las personas más honestas y sinceras que he conocido hasta el día de hoy. Después de darme cuenta de que iba a llegar tarde a mi clase y avisarle que tenía que irme, Chris me pidió que esperara un minuto más. Él quería escribirme algo. Cuando terminó, me entregó un pedacito de papel, pidiéndome disculpas por la fea letra. Entonces él sonrió y se fue. Cuando abrí el pequeño papel, encontré estas palabras: “Yo había planeado suicidarme hoy, pero, por ti, cambie de opinión. Muchas gracias, hermosa persona.”
¿Y usted, qué ha hecho por su prójimo?
Sin darse cuenta, la actitud de la joven renovó las energías de un hombre que no tenía nada más que perder. La reflexión que queda ante la actitud de Casey es que si ella actuó así solo con la intención de proporcionarle un buen momento a ese hombre, mucho más deben hacer los cristianos por el prójimo, porque quien conoce las divinas enseñanzas sabe muy bien que, además de la vida en este mundo, existe una eternidad que se vivirá cerca o lejos de Dios. Pero, para que la persona pueda decidir a dónde irá, debe, en primer lugar, conocer la Verdad.
Por lo tanto, en su blog, el obispo Edir Macedo explica que quien tiene el sello del Espíritu Santo, es consciente de sus responsabilidades con respecto a la Salvación de las almas. “Los sellados con el Espíritu Santo piensan en los perdidos todo el tiempo porque el propio Espíritu no los deja relajarse. Es imposible que alguien tenga el Espíritu de Dios y no piense en las almas perdidas como Él ha pensado. La Salvación de las almas es el trabajo más difícil del mundo. Tan difícil que Dios ha enviado a Su Espíritu para ayudarnos a ganarlas”, afirmó.
Quien realmente ama a Dios hace de todo para agradarlo y una de las mayores demostraciones de ese amor está en ayudar al prójimo, sin importar la situación en la que él se encuentre. Un gesto, una palabra o simplemente una sonrisa pueden salvar a una persona de un mal día.
“Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos. ” (Marcos 12:30-31)
Y usted, ¿qué ha hecho por aquellos que necesitan ayuda? ¿Sus palabras o actitudes han librado a las personas de atentar contra sus propias vidas? Piense en esto.
Participe de una reunión en una Universal más cercana a su domicilio y aprenda a cómo dedicarse a Dios y a los que necesitan ayuda.
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