En Jueces 6:1-2 dice: “Los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos del Señor; y el Señor los entregó en mano de Madián por siete años. Y la mano de Madián prevaleció contra Israel. Y los hijos de Israel, por causa de los madianitas, se hicieron cuevas en los montes, y cavernas, y lugares fortificados”.
Cuando una persona hace lo malo ante los ojos de Dios, Él la entrega a sus enemigos. Israel se escondía en cuevas y en el momento de la cosecha, venían y le robaban todo. Esto le sucedía a Israel y lo mismo sucede en la actualidad. Dios no puede estar con una persona que está haciendo lo malo ante sus ojos. Cuando nosotros obedecemos a Dios, Él nos protege, pero cuando hacemos lo malo Él nos abandona, la decisión es nuestra.
Hay mucha gente que piensa que solo existen tres pecados: adulterar, robar y matar, pero hay muchas maneras de hacer lo malo ante los ojos de Dios. La falsedad, el orgullo, los malos ojos, los malos pensamientos, las mentiras y el engaño son pecados.
El libro de Jueces cuenta que los hijos de Israel hicieron cuevas y se escondieron, pero un hombre llamado Gedeón no estaba escondido porque no estaba viviendo una vida de pecado como el resto del pueblo. Dios se le apareció y le dijo: “Varón esforzado y valiente, el Señor es contigo y tú salvarás a Israel”. Dios acepta ofrendas cuando usted con su esfuerzo y honestidad conquista y coloca en el Altar. Para Dios no es importante lo que hacemos, a Él le importa quiénes somos.
Hay muchas personas que llegaron a la iglesia sufriendo y desesperadas, pero después de ser bendecidas se alejaron y los problemas volvieron a su vida. La mentira es una bola de nieve que cada vez crece más. Lo que Dios quiere es que nosotros obedezcamos Su Palabra, vivamos una vida honesta y recta y que seamos personas sinceras sin tener dos caras.
Si usted quiere estar guardado por Dios, haga lo bueno y obedézcalo. Jesús dijo: “Si me amáis, guardad mis mandamientos.”
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