Muchos hombres se mantienen inmaduros, sea en la familia, en el trabajo o en su vida social. Sin embargo, el hombre inteligente sabe distinguir los momentos en los que puede relajarse de los que exigen seriedad de su parte
La historia de una inglesa que pidió el divorcio menos de 48 horas después de casarse ilustra una cuestión importante con respecto a la madurez masculina. El día del casamiento, la novia fue humillada públicamente cuando su marido metió su cara en la torta y se rio con los invitados. La novia ya le había dicho que no aceptaría “bromas” durante el casamiento y él concordó con ella, pero no cumplió su palabra; es decir, fue inmaduro y perdió a su esposa.
Él le pidió disculpas y le dijo que solo fue una broma inofensiva, pero ella retrucó diciendo: “Si él me hace algo así, a pesar de haberle pedido varias veces que no lo hiciera, después de haberme prometido que no lo haría, no puedo confiar en él, independientemente de lo que me prometa”. ¿Quién pensás que está en lo correcto en esta historia?
Las cosas de niño
Este caso puede parecer extremo, pero no lo es. ¿Cuántos hombres aún se sienten con la libertad de actuar como niños, de huir de sus responsabilidades y de optar por divertirse aunque eso los perjudique a ellos y a las personas que están a su alrededor?
Sin embargo, la Biblia enseña que, al crecer, es necesario abandonar las actitudes de niño y adoptar una postura más responsable y consciente. En 1 Corintios 13:11, Pablo enseña lo siguiente:
“Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño; pero cuando llegué a ser hombre, dejé las cosas de niño”. 1 Corintios 13:11
Este ejemplo no solo se debe seguir en el aspecto espiritual, sino en todas las áreas de la vida. Pensando en esto, ¿cómo la novia podría seguir casada con un hombre que le mintió, que fue irresponsable en uno de los días más importantes de su vida y que la humilló?
Veamos más ejemplos: ¿cómo un empleador puede confiar en un empleado que pasa más tiempo haciendo bromas que dedicándose a trabajar? ¿Qué aprenderá un hijo de su padre que, en lugar de estudiar con él, usa el tiempo para jugar videojuegos o remontar barriletes?
La inmadurez revela un carácter problemático. Esta mentalidad infantil demuestra incapacidad de entender la gravedad de las acciones y las consecuencias que estas tienen en todos los ámbitos de la vida. Crecer es mucho más que adquirir altura, tener barba, casarse y tener un trabajo, es ser responsable.
Esto no significa que el hombre debe tener la cara larga o debe estar serio todo el tiempo, sino que debe ser inteligente para saber distinguir los momentos en los que puede relajarse de los que tienen que actuar como un hombre de verdad. El que no sabe hacer esto no está listo para lidiar con las complejidades y responsabilidades de la fase adulta. Reflexioná sobre tu comportamiento y participá del proyecto IntelliMen para volverte un hombre mejor.
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