Un hombre invierte todo lo que tiene en un pequeño taller. Trabaja de día y de noche, inclusive llega hasta dormir en su propio taller. Para poder continuar los negocios, empeña, con mucho pesar, las joyas de su esposa.
Cuando le presentó el resultado final de su trabajo a una gran empresa, le dijeron que su producto no cumplía con el estándar de calidad exigido. ¿El hombre desistió? ¡No!
Vuelve a la escuela durante dos años más, siendo víctima de muchas burlas por parte de sus compañeros y de algunos profesores que lo señalaban de “visionario”. ¿El hombre se enojó? ¡No!
Después de dos años, la empresa que lo rechazó, finalmente cierra un contrato con él, sin embargo durante la guerra, su fábrica es bombardeada dos veces, y gran parte de ella fue destruida. ¿El hombre se desesperó y desistió? ¡No!
Reconstruyó su fábrica, pero un terremoto nuevamente la arrasa. ¿Esta es la gota de agua? ¿El hombre desistió? ¡No!
Inmediatamente después de la guerra, le sigue una escasez de gasolina en todo el país, y este hombre no puede usar su automóvil ni siquiera para comprar comida para su familia. ¿Entra en un estado de pánico y desiste? ¡No!
Creativo, como de costumbre, adapta un pequeño motor a su bicicleta, y sale por las calles. Los vecinos se maravillan y todos quieren tener las llamadas “bicicletas motorizadas”. La demanda por los motores aumenta en gran manera, y pronto se queda sin mercadería. Decide entonces montar una fábrica para ese nuevísimo invento.
Como no tenía capital, resolvió pedir ayuda a más de 15 mil negocios esparcidos por el país. Y logra el apoyo más o menos de 5 mil de estos, que le anticipan el capital necesario para la industria.
Resumiendo la historia: hoy Honda Corporation es uno de los mayores imperios de la industria automovilística japonesa, conocida y respetada en todo el mundo. Todo porque el señor Soichiro Honda, su fundador, no se dejó abatir por los terribles obstáculos que se le cruzaron en el camino.
Y usted, ¿cuántas veces ya desistió delante de los obstáculos que la vida le impuso? ¿A dónde está su coraje para seguir adelante?
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