“Poderosa en la tierra será su descendencia; la generación de los rectos será bendita.” Salmo 112.2
Heredamos de Abraham la semilla de la Fe, y por causa de esa aceptación en humildad, fuimos también, como él, escogidos. Y si permanecemos en esa justicia, tomaremos posesión de la salvación y estaremos en la presencia del Altísimo por toda la eternidad.