Fiel y equilibrado, siempre estuvo al lado de David
Uno de los hijos del rey Saúl, Jonatán siempre fue equilibrado y no se dejaba llevar por la emoción y desamores de su padre.
En el momento que conoció a David, ellos se identificaron el uno con el otro y se convirtieron en mejores amigos (1 Samuel 18:1-4). Aunque era el hijo de un rey que le tenía rabia y envidia a David, no se dejó influenciar por su padre, sino que fue fiel a su amigo hasta el fin.
Jonatán fue un hombre recto e íntegro, pero también muy equilibrado. En los momentos de ira de su padre, él se puso en el lugar de pacificador, mostrando que esos sentimientos no eran justos, ya que David había librado a Israel del gigante Goliat, además de haber luchado en muchas guerras (1 samuel 19:4-5).
Lo interesante es que Saúl al menos oía a Jonatán y sus palabras lograban parar los malos pensamientos del rey, a tal punto que dejaba volver a David a su lado y por algún tiempo todo era como antes.
Jonatán siempre fue muy sincero con David, hasta cuando su padre intentaba asesinarlo. El comentaba todo lo que escuchaba y siempre estaba listo para ayudar a su amigo. (1 samuel 19:1-3).
Escoja ser sincero
¿Cuántas personas ya fueron perseguidas y vivieron situaciones injustas por un amigo o alguien cercano que no fue fiel?
Faltan más personas como Jonatán en el mundo, aquel que sepa distinguir las cosas y no se dejan llevar por la emoción del momento y de la situación, sea familiar o profesional.
El valor de la palabra de un hombre es cada vez menor. El mundo está perdido en tanta mentira, infidelidades, a causa del dinero, a falta de integridad y de amor entre las personas.
A pesar de estar en medio de tantas personas diferentes y hasta malvadas, no podemos dejar de ser íntegros, fieles y de discernir lo correcto de lo incorrecto, aunque eso vaya en contra de los preceptos de muchos.
Que los Jonatán que todavía existen no dejen de ser rectos. Y aquellos que ya desistieron, tengan fuerzas para volver atrás y hacer lo que es correcto delante de Dios.