Había una ciudad donde las leyes eran muy duras. Cuando alguien cometía un delito, además de pagar por él, también tenía las iniciales del delito que había cometido marcadas en su frente, de modo que todas las personas se enteraban de qué tipo de delito había cometido.
Dos hermanos fueron apresados acusados de ser homicidas y deudores, y tuvieron las iniciales HD (Homicida y Deudor) marcadas en sus frentes.
Al salir de la prisión, uno de los hermanos se cansó de buscar trabajo y ser rechazado por las personas que lo miraban con desprecio por sus hechos pasados. Entonces dijo: “No servirá de nada lo que haga, todos ya me miran como un homicida y deudor; ¡voy a vivir realmente de cualquier manera!”
Entonces, se fue y continuó haciendo lo incorrecto.
El otro, arrepentido por lo que había cometido, continuó su jornada, enfrentando los obstáculos y esforzándose para hacer lo correcto. Conoció a una mujer de Dios, comenzó a ir a la iglesia y se convirtió.
Pasado algún tiempo, un pequeño niño intrigado por la marca que veía delante de él, le pregunta a su abuelo:
– Abuelo, ¿qué significan las iniciales HD en la frente de ese señor?
Su abuelo se rasca la cabeza y le responde al nieto:
– No recuerdo muy bien, pero creo que es de Hombres de Dios, porque su conducta es ejemplar y teme a Dios.
Moraleja de la historia: No importa la marca que pusieron en usted o lo que haya hecho en el pasado, usted puede transformar eso en algo especial. Todo depende de su actitud delante de eso.
Colaboró: Pastor Marcelo Silva