Valeria Olivera enfrentaba distintas situaciones que la hacían sentirse mal, la imposibilidad de tener la vida que quería le provocaba mucha insatisfacción; solo cuando buscó la ayuda de Dios logró el cambio y la realización en todas las áreas de su vida.
Ella tenía diabetes, por lo que debía seguir una dieta estricta, además padecía asma, eso la hacía sentirse frustrada. No podía correr ni estar en lugares cerrados y a la noche se ahogaba al punto de salir de urgencia al hospital. A todo esto se sumaban otros problemas, escuchaba voces y ruidos extraños, sentía que la perseguían y la invadían el miedo, la tristeza y la depresión.
Su vida amorosa también estaba mal, cada vez que estaba de novia, la relación no funcionaba. Para Valeria era difícil apostar por el amor. “En mi vida sentimental sufrí mucho, no podía ser feliz, todos mis noviazgos eran un fracaso. La relación con mi mamá era muy mala porque cada vez que me aconsejaba sobre mis noviazgos yo no quería escucharla”.
Sin embargo, cuando comenzó a participar de las reuniones en la Universal aprendió a usar su fe y obtuvo resultados maravillosos. “Participé de las reuniones y fui sanada, vencí todos los problemas espirituales y cambié. Hoy puedo decir que soy una mujer completamente feliz porque logré conquistar mi sanidad, mi liberación espiritual y además me casé con un hombre de Dios que me complementa”, cuenta Valeria sonriendo junto a Hugo, su esposo.
Ellos concurren a la Universal de San Fernando en Constitución 828
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