La resignación, el mayor enemigo de su solución
Muchos son los que están en manos de prestamistas, perdieron todo, y en su puerta sólo reciben cuentas por pagar. Lo que es peor, se acostumbraron a esta situación y no hacen nada para cambiarla. Estas personas piensan de la siguiente forma:
“No soy el único que está viviendo así, hay gente que está peor que yo. ”
Estas personas no toman una actitud porque todavía no están cansadas de vivir en esta situación. Es decir, creen que todavía pueden “aguantar” un poco más. A diferencia de ellos, la persona que se da cuenta de que sus problemas pasaron del límite soportable, se irrita, se molesta con las humillaciones, con ver su familia, preguntándole: “¿Dónde está su Dios?”, de ver que sus competidores está superándola, y que hace tiempo que no tiene un buen testimonio que contar.
Ana por ejemplo, se irritó con la situación en que se encontraba (1 Samuel 1). Ella estaba siendo objeto de burla y no lo soportó más y, entonces, hizo un voto: fruto de la indignación que sentía. El voto sólo nasce cuando la persona reconoce que algo tiene que suceder con ¡urgencia! Es en ese momento que pone toda su fuerza para cambiar la situación.
Acuérdese que todo el ser humano nace vencedor, pues su nacimiento fue el resultado de una disputa entre 300 millones de espermatozoides. Pero el diablo, sabiendo esto, trabaja para matar su fe y quitarle sus esperanzas. Pero cuando las personas llegan a la Nación de Vencedores, escuchan lo que necesitan escuchar, ganan fuerzas y siguen hacia el Altar. Esta actitud cambia sus vidas, porque ¡el voto con Dios tiene el poder de transformar toda su vida!
Amigo, amiga, Dios no quiere hacer cosas pequeñas en su vida. Él quiere hacer cosas extraordinarias. Así que, tenga esta visión: el voto nace de una indignación y ¡eso es lo que hace que usted tome una actitud!
Todo ser humano desea vencer, conquistar sus metas y tener éxito. Dios sabe dónde está el oro, el petróleo, la riqueza, porque fue Él quien creó todo esto. Lo que Él quiere es encontrar gente que se alíe con Él para recibir cosas grandes.