Cuando una persona se deja dominar por los celos pasa a espiar y acechar buscando pruebas de la infidelidad del otro: una mirada diferente, un nombre desconocido, un llamado telefónico, una nota, un pequeño retraso. Y cuando eso sucede, la tendencia es a intentar ejercer control sobre todos los pasos de la persona amada.
Algunos síntomas que muestran que está teniendo celos exagerados son:
-No aceptar que su pareja tenga alguna salida, por ejemplo con amigos, sin su compañía;
-Revisar las cosas personales de su pareja (cajones, armarios, billetera, cartera, celular, cuenta de Facebook, etc.);
-Sentir la necesidad de saber siempre donde está el otro. Llamar a la casa de amigos o al trabajo para saber si está en ese lugar;
-Preparar trampas. Pedirle a alguien que se le insinúe a su pareja para ver cuál es su reacción;
-Desconfiar de todo y de todos.
Normalmente los celos son una forma saludable de demostrar amor, pero cuando se vuelven algo exagerado pueden ser enfermizos. Para los especialistas, una persona que desarrolla un sentimiento posesivo por su pareja puede estar sufriendo un disturbio obsesivo. Los principales indicios de la enfermedad son tristeza, depresión, rabia, sentimiento de impotencia y baja autoestima.
Pueden originarse en el comportamiento de la pareja que no transmite confianza o por parte de la propia persona que se siente insegura y encara cualquier hecho que salga de la rutina como una amenaza a la relación provocando el aislamiento social.
Norma Alcaraz vivió el deterioro de su relación por los celos, entre otros motivos. Si bien tenía la ilusión de ser feliz junto a su esposo, en un determinado momento los problemas familiares eran tantos que las discusiones por los celos y los vicios de él la hacían pensar constantemente en separarse.
“Estaba deprimida y angustiada, a veces me ponía muy nerviosa y había empezado a tener mucho rencor. Estábamos bien y de repente comenzaban las discusiones, lo denigraba y lo despreciaba, siendo que lo amaba”, recuerda.
Si bien se suele recomendar la psicoterapia para combatir los celos también hay una alternativa desde el campo espiritual. El objetivo es localizar el origen de los celos, intentar descubrir lo que influenció el cambio de la relación y además recuperar el autoestima. Se busca reforzar los lazos que unieron a la pareja para buscar nuevas formar de diálogo y ayudar a recuperar la confianza.
En el caso de Norma, ella solucionó los problema con su esposo en la Universal. En las reuniones recibió orientaciones que la ayudaron a cambiar, como resultado se fortaleció la seguridad y la confianza en su relación. Poco a poco todo fue cambiando, lo fue notando en lo cotidiano. “Ahora tenemos un matrimonio bendecido porque Dios sustenta nuestra relación”, finaliza sonriendo.
Si usted desea solucionar los problemas de pareja provocados por el miedo de perder a la persona amada, lo esperamos los jueves a las 16 y 20 en la Terapia del Amor en Av. Corrientes 4070.
[fotos foto=”Latinstock – El Universal”]
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