En el mundo de hoy, tan competitivo, la búsqueda del espacio profesional es cada vez mayor. La rapidez con la que sucede todo, muchas veces, da la sensación que el lado cristiano no puede ejercitarse en la actividad profesional y empresarial. Menudo engaño. Para los que creen en la Palabra, la Biblia habla de hombres que, con su fe y perseverancia, podrían ser, actualmente, ejemplos de grandes emprendedores.
Vea el caso de José de Egipto, que – llevado al exilio por los celos de sus hermanos por ser muy compañero de su padre, Jacob – se convirtió en prisionero de sus enemigos. El joven fue forzado a unirse a la oposición, Egipto. Sin embargo, él logró infiltrarse en la corte, usar su influencia con el faraón y traer a su familia y tribu a vivir con él.
Oportunidades
Dios nos da talentos y dones que pueden ayudar en nuestra caminata, rumbo a la felicidad a Su lado. Nos corresponde a nosotros usar esas habilidades. Con José no fue diferente. Mientras estuvo en prisión, el faraón se vio atormentado por sueños que ningún sabio egipcio era capaz de interpretar.
En sus pesadillas, el rey veía siete vacas flacas que devoraban a siete vacas gordas, y siete espigas de trigo secas que devoraban a siete espigas de trigo gruesas y llenas. Al saber de la aflicción del monarca, el jefe de los coperos le habló al faraón sobre un hebreo con quien convivió en la prisión, capaz de interpretar sueños. El faraón pidió que lleve a José a su presencia.
Con la inspiración divina, José interpretó los sueños del faraón, afirmando que las siete vacas gordas y las siete espigas de trigo llenas simbolizaban 7 años de abundancia en Egipto, y las siete vacas flacas y las siete espigas secas simbolizaban 7 años de hambre.
Impresionado por la sabiduría de José, el faraón le dio al hebreo un anillo, para representar su heroísmo. Además, el monarca egipcio convirtió al hebreo en gobernador, el puesto más poderoso en Egipto, sumiso solo a la autoridad del faraón. La inspiración divina puede entenderse como la ayuda al héroe para cumplir su misión.
Usar las habilidades dadas por Dios
El ejemplo del héroe bíblico debe compararse a los días de hoy, donde el emprendedor debe tener características similares a las de José: ser persistente y comprometido; saber oír para aprender; planear; calcular riesgos; establecer metas; y monitorear sistemáticamente sus operaciones.
El emprendedor puede cuestionarse por no tener el talento de interpretar sueños como José, sin embargo, debe poseer otras habilidades dadas por Dios, y debe aprovecharlas. Otro detalle importante es buscar la inspiración divina. Para eso, es necesario también que el empresario tenga un pacto con el Señor Jesús, condición esencial para que comience a pensar en su trayectoria.
Para el obispo Jadson Santos, solo con el poder de la fe en Dios y a través de la oración, establecemos contacto directo con Él. “El Señor Jesús es Aquel que puede transformar y orientar nuestras vidas totalmente; para enfrentar los problemas y para que alcancemos la victoria”, afirma el obispo.
Participe todos los lunes a las 8, 10, 12, 16 y 20 hs. en Av. Corrientes 4070, Almagro, Buenos Aires o en la Universal más cercana.
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