Habiendo preparado a los discípulos, Jesús ahora ora por ellos y por Sí mismo. Él tiene solo algunos minutos antes de que Judas llegue con los guardias y todo el tormento comience. Entonces busca refugio y fuerzas en la oración. Note aquí el poder de la oración para sustentarnos en momentos difíciles. Nunca deje de hacer uso de esa arma. Esta está a su disposición, en cualquier momento, en cualquier lugar.