Esta película dirigida por Alexandre Avancini y escrita por Vivian de Oliveira, que ya sorprendió al público brasileño y chileno, está llegando a los cines de Argentina. Este film es un suceso en la historia del cine porque permite rescatar valores ya olvidados en un ambiente que aspira más a las temáticas comerciales de entretenimiento que a historias que sean un ejemplo de superación, como lo es Moisés y los diez mandamientos. Desde el momento en que se concibió la idea de filmar esta propuesta, el objetivo ha sido presentar la liberación del pueblo hebreo de manera clara, como si uno estuviera viendo la historia transcurrir en tiempo real para tomar conciencia del tamaño y grandeza del Dios de Israel. Además, en los diálogos y actitudes se pueden observar valores como la unión, la fe, la determinación, el coraje, el amor y sobre todo la obediencia.
Un recurso que fue explotado a la perfección es la manera en que se relata la historia, porque da la sensación a los espectadores de ser parte de la trama. Muchos se identifican con el pueblo hebreo oprimido y humillado, y cuando el pueblo ve la salida, luego de su clamor sincero a Dios, a través de la intervención de Moisés, comprenden que ellos también pueden ser libres de cualquier situación que los esclavice.
Quienes acompañaron la novela homónima y aquellos que han tenido la oportunidad de ver la película Moisés y los diez mandamientos en el exterior coinciden en un punto en común: “En muchas situaciones no sabemos cómo usar nuestra fe y la historia de Moisés nos enseña a usar la fe de manera práctica”.
Sin lugar a dudas es una película recomendada para toda la familia, porque ejemplos como el de Moisés son muestras de que los escogidos de Dios hacen la diferencia en este mundo sin importar sus condiciones, porque dependen de su íntima comunión con Dios, de nada más.
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