La artrosis es una enfermedad no inflamatoria que se caracteriza por la degeneración del cartílago articular. Es la segunda causa de incapacidad permanente después de las enfermedades cardiovasculares. Su incidencia aumenta con la edad, y a partir de los 50 años predomina en mujeres. Aproximadamente el 85% de la población anciana sufre artrosis.
Cómo se produce
Es resultado de alteraciones biomecánicas, metabólicas y relacionadas con las características celulares del cartílago y del hueso adyacente.
De manera inicial, una agresión, ya sea mecánica, genética, hormonal o de otro tipo, aumenta la liberación de enzimas que empiezan a degradar el cartílago. Posteriormente, esa lesión se intenta reparar con proliferación de células propias del cartílago pero son de una calidad defectuosa. El hueso adyacente responde con proliferación de los bordes de la articulación, lesión que ya se puede objetivar en pruebas de imagen como la radiografía. La artrosis se clasifica en primaria, la más frecuente y de causas desconocidas, y secundaria, con origen en traumatismos, infecciones y enfermedades hereditarias.
Se consideran factores de riesgo para la artrosis: la edad, el sexo femenino, factores mecánicos, factores constitucionales y factores genéticos.
Sus síntomas
El dolor es el principal síntoma de la artrosis. Es un dolor que empeora con la actividad y mejora en reposo. Inicialmente puede mejorar después de cierta actividad, pero más tarde el dolor aumenta cuanto más se usa la articulación afectada por la artrosis. En casos avanzados, el dolor puede ser nocturno y en reposo. Con el avance de la enfermedad se pueden llegar a producir deformidades articulares.
“Su fe en acción hizo que los nódulos desaparecieran”
María Esther Villa tenía nódulos en el cuello hacía tres meses y estaba muy preocupada por los resultados de los estudios. Le habían realizado varios estudios de alta complejidad y el diagnóstico no disminuía su preocupación, pues debían someterla a una cirugía para extirparle los nódulos.
Ante esta situación, ella participó de las reuniones y usó su fe. Determinó que sería sanada e hizo un propósito con Dios en el Altar. Cuando volvió a realizarse un estudio más para comparar con los que ya se había hecho, los médicos constataron que los nódulos ya no estaban.
“La doctora no entendía cómo había sido posible, pero reconoció que la desaparición de los nódulos se debía a la intervención de Dios, se trataba de un milagro”, cuenta Ana María con una sonrisa en su rostro. Ella sabe que la fe en el Dios Vivo no falla. Ella concurre a la Universal de Punta Alta en Humberto Primo 425
La Iglesia Universal del Reino de Dios aclara que todos los conceptos emitidos en este periódico, como en su programación radial y televisiva, en modo alguno deben ser interpretados en desmedro de la medicina, ni de quienes la practican. No deje de consultar a su médico.
Martes a las 20hs en Av. Corrientes 4070 – Almagro
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