Día 5, 8 de agosto de 2025, el camino comenzó en la ciudad de Siloh, continuó en la vinícola Psagot y, como gran complemento del día, se recorrió el Monte de los Olivos.
«¡Oh, id ahora a Mi lugar que estaba en Silo!», dice Dios con voz potente en el libro de Jeremías, «donde hice morar Mi nombre al principio» (Jeremías 7:12). Salvo Jerusalén, ¿hay alguna ciudad más importante para la historia del antiguo Israel que Silo?
Silo fue la capital de Israel y el lugar de descanso del tabernáculo durante más de tres siglos. En Génesis 49:10, la palabra «Silo» se usa como nombre del Mesías, un nombre que probablemente significaba «tranquilo» o «pacífico» en el hebreo original. Sin embargo, la historia de Silo ha sido todo menos pacífica.
Durante milenios, la Biblia hebrea fue nuestro único recurso para aprender sobre esta fascinante ciudad, pero juntas, la arqueología y la historia bíblica revelan su extraordinaria vida.
Para llegar a la vinícola Psagot, el traslado duró dos horas. Hay que circular al pie del muro que Israel levantó en torno a Cisjordania y adentrarse en tierra palestina. La bodega Psagot y sus viñedos son parte de una larga tradición de asentamientos y vinificación, en una zona renombrada por sus condiciones excepcionales para el cultivo de la vid.
A pesar de los desafíos y conflictos en la zona, la bodega ha prosperado y sus vinos son reconocidos a nivel internacional. Ha tenido éxito produciendo vino en una región donde no se cultivó la vid durante 2.000 años, según declaró su viticultor. El nombre «Psagot» significa «cumbres» o «picos» en hebreo, y fue elegido para expresar la esperanza de que el asentamiento alcanzara un auge. Psagot también puede interpretarse como una referencia a la elevación espiritual y la conexión con la Tierra Prometida.
La proximidad de Psagot a Bet-el, un lugar mencionado repetidamente en la Biblia como sitio de encuentros con Dios y asentamiento importante, refuerza su conexión con el relato bíblico.
El día transcurre entre encuentros y experiencias, mientras la planificación condujo hacia el Monte de los Olivos, ubicado en el valle de Cedrón, al este de Jerusalén. El lugar es protagonista de varios pasajes de la Biblia, fue escenario de guerras con los árabes y es un sitio sagrado de enterramiento para los judíos. Recibir sepultura en el cementerio del Monte de los Olivos de Jerusalén es considerado todo un privilegio para los judíos.
Según la Biblia, era el lugar donde Jesús realizaba frecuentemente sus oraciones y en el que se encontraba el día que fue arrestado.
El Monte de los Olivos se encuentra justo frente a la Puerta Dorada, por lo que las vistas de la Explanada de las Mezquitas y de la Cúpula de la Roca son sencillamente impresionantes.
Un espacio en el tiempo para la meditación, la evaluación del camino andado y la fuerza para tomar nuevas decisiones.
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