En la fe cristiana, la Semana Santa abarca la crucifixión y la resurrección del Señor Jesús, la historia más importante de la humanidad. Ella está representada por la cruz, pero ¿realmente los cristianos y los no cristianos entienden su verdadero significado?
La cruz era un objeto de maldición, un medio de tortura y ejecución que los romanos usaban para exponer públicamente y de manera humillante a los ejecutados y también para aterrorizar a las personas. César quería que todos vieran lo que les sucedería a los que humillaran su imperio.
Sin embargo, ese símbolo de maldición se convirtió en un símbolo de victoria cuando el Señor Jesús murió en ella. Lo que muchos querían evitar ver se volvió atractivo, el mejor mensaje, que transforma la vida de miles de millones de personas con cualquier pasado y de cualquier cultura o nacionalidad.
Esto ya sería suficiente para que usted entienda que, si ha llevado una vida de maldición y de caos, en la que nadie cree, y aunque haya hecho cosas equivocadas, cuando el Señor Jesús pase por ella, la transformará, de la misma manera como lo hizo en la cruz.
La Biblia cuenta la historia de un joven que tenía muchos bienes y se acercó al Señor Jesús, preguntándole qué podía hacer para heredar la Vida Eterna y escuchó que debería seguir los mandamientos (Marcos 10:21). El joven creyó que ya los seguía, no obstante, estaba engañado, porque uno de los mandamientos condena la codicia y el apego al dinero. El Señor Jesús le informó al joven lo que le faltaba: despojarse de lo que lo ataba. Al escuchar eso, él se fue triste.
El Hijo de Dios explicó el significado de la cruz: «… Si alguno quiere venir en pos de Mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame», Lucas 9:23. La cruz implica negarse a sí mismo con sacrificio. Muchas personas consideran que el que carga la cruz con el Señor Jesús es un tonto, un fanático o alguien con poca capacidad intelectual. Por vergüenza de la cruz, muchos que se hacen llamar convertidos a Él no asumen de verdad su fe.
Es necesario saber negarse a sí mismo para hacer la voluntad de Dios, exactamente lo que el propio Mesías hizo cuando fue a la cruz: «… Padre Mío, si es posible, pase de Mí esta copa; pero no sea como Yo quiero, sino como Tú», Mateo 26:39.
La cruz es un símbolo de autonegación, de negar lo que es de la carne. Puede ser algo que a usted le guste, pero que tal vez le haga mal. Por eso, la Universal le propone un desafío: tome su cruz. El propósito durará 30 días. Comenzó el 16 de marzo y se extenderá hasta la Pascua.
¿Y qué significa la cruz? ¿De qué estaría dispuesto a despojarse por su fe en el Señor Jesús durante estos días, de la misma manera que Él Se despojó de Su vida por usted? Lo que importa es el cambio de su vida y su encuentro con Aquel que venció la cruz.
Elija algo que tal vez le haga mal o que le agrade, pero que Le desagrada a Dios, y despójese durante 30 días.
Por supuesto que el Espíritu Santo puede convencerlo de que usted es capaz de despojarse de eso para siempre, sin embargo, todos tienen que comenzar de alguna manera, ¿qué le parece ahora?
Vale la pena dejar, por ejemplo, el cigarrillo, la pornografía, la actitud de chusmear la vida ajena en las redes sociales, de pelear con su cónyuge, de mentir, y usted orará todos los días e irá a la iglesia con más frecuencia. Descubra lo que es despojarse en estos días en favor de un encuentro con Dios en Semana Santa.
De la misma manera que el Señor Jesús transformó la maldición en bendición, Él transformará su vida, aunque usted tiene que hacer su parte. Ahora es más fácil entender por qué algunas personas quieren prohibir la cruz, como sucede en China, ellas conocen su fuerza y su significado, pero no quieren que nadie tenga más fuerza que ellas.
Participe hoy, Viernes Santo, a las 8, 10, 12, 18 y, principalmente, 15 h, en todas las Universal del país. ¿Se perderá esta oportunidad única y más importante de su vida?