Según la Organización Mundial de la Salud, más de 300 millones de personas en el mundo sufren de depresión. Una enfermedad que puede desencadenar en suicidio.
Antes de llegar a la Universal, Carina pasó por este trastorno. “Me encerraba, no quería hablar con nadie, estaba angustiada”, cuenta.
Además de la depresión, sufría con insomnio, escuchaba voces y veía sombras. Intentó suicidarse cortándose las venas y, en una segunda oportunidad, tirándose delante del tren.
Pero todo cambió cuando decidió participar los Viernes de la Cadena de Liberación en la Universal.
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