El Reino de Dios está hecho de perfecta disciplina. La Iglesia, como Cuerpo del Señor Jesucristo, siendo Él La Cabeza, está formada por los nacidos del Espíritu de Dios. Ese cuerpo es armonioso porque funciona con perfección. En él hay disciplina ordenada por la definición de cada uno de sus miembros. Cada uno, extremadamente importante, ocupando su debido lugar, funcionando armoniosamente en pleno acuerdo con La Cabeza. Es el Reino de Dios.
La verdadera Iglesia Espiritual, no las institucionales, funciona de forma similar al cuerpo humano. Cuando el alimento es llevado a la boca, los dientes hacen el trabajo de la masticación, en el estómago son producidas enzimas, preparándolo para recibir el alimento. Allí, después de hecho su trabajo en el proceso de la digestión, el bolo alimenticio es llevado al intestino, donde el organismo retiene lo que necesita y sigue hacia la sangre, y lo que no sirve es expulsado.
Así es la Iglesia de Jesús. En ella también hay disciplina. Cuando alguien de la institución Iglesia no está viviendo dentro de esta armonía, compromete el bienestar del cuerpo. Principalmente cuando tiene dentro de sí una rebelión, un sentimiento malo, sea rencor o amargura, porque fue supuestamente víctima de injusticia. Más tarde o más temprano, va a ser expulsado por el propio cuerpo. Por esta razón, la disciplina armoniosa dentro de la iglesia es de suma importancia para nosotros.
Cuando hablamos de la Iglesia del Señor Jesús nos estamos refiriendo al Cuerpo de Jesús. Cada uno ocupa un espacio en este Cuerpo. Y si en medio de él existe un elemento nocivo, que trastorna la armonía, este es rotulado como un elemento divisor, que trae amargura y la esparce a otros. Y para restaurar la armonía este elemento tiene que ser expulsado por ser un cuerpo extraño. No puede permanecer porque va a hacerle mal a todo el Cuerpo.
Así es la Iglesia. No puede existir consideración cuando un cuerpo extraño compromete el Cuerpo de Cristo. ¿Podemos considerar un elemento nocivo al perfecto funcionamiento del Cuerpo porque él tiene familia, tiene muchos años de iglesia…? Nuestra obligación es expulsar este mal y denunciarlo a los superiores para que se tomen las debidas providencias. ¿Eso es injusticia?
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