Florencia vivió una infancia traumática que la llevó a los vicios: “Me crié con un papá golpeador, vi como la golpeaba a mi mamá y también me golpeaba a mí. Fui creciendo y a los 11 años él abusó de mí. Me quería matar, fue lo peor que me pasó. Entonces, me empecé a drogar, comencé a consumir marihuana y en reuniones con amigos consumía cocaína también.
La adicción era muy fuerte, no podía salir, yo hacía cualquier cosa para consumir. Le mentía a mi abuelo para ir a comprar. Llegó un momento en el que me encerraron en mi casa, pero yo me escapé por la ventana para ir corriendo a comprar, no encontraba una salida, fue horrible.
Una droga me llevó a la otra, porque primero fumás marihuana, después consumís cocaína, después creés que habiendo consumido esas cosas podés consumir más. Así empecé con las pastillas, el LSD, alcohol y cigarrillo.
Yo llegaba a consumir 5 gramos, corría a mi pareja con una cuchilla furiosa porque no me quería dar más. Él me decía que basta, que se había terminado, pero yo quería más.
Todos los aspectos de mi vida se fueron deteriorando. En lo sentimental, llegué a separarme, yo sabía que, en un punto, mi pareja no iba a aguantar más, porque gastaba mucha plata para consumir. Estaba alejada de mi familia, sola, totalmente sola. No trabajaba, vivía de la plata de mi abuelo. En lo espiritual, estaba mal porque veía sombras y escuchaba a alguien al lado de mi cama.
Cuando me faltaba para consumir, buscaba a alguien que me ayudara a conseguir. Ya no aguantaba más, me drogaba porque no dormía. Intenté matarme varias veces, ya antes de drogarme, me quise ahorcar y me corté las venas, pero no lo logré.
Algunos me ayudaban porque les daba lástima. Perdí la dignidad, fue una humillación. Cuando mi mamá me veía, me humillaba. Algunos pensaban, vamos a drogar a la chica porque así es fácil llevarla a la cama, muchos se me acercaban solo para eso.
No me olvido más el día de la foto en la que estoy tomando alcohol, porque yo sabía que en esa fiesta iba a haber cocaína. Yo estaba desesperada por encontrar a una persona que me diera cocaína, quería saber quién era el que la tenía. No me divertía si no tenía una bolsa.
Yo salía con mi pareja y no era feliz si no tenía la droga y si se terminaba quería seguir consumiendo y lo volvía loco. Empezaba a llamar a todo el mundo para ver quien podía conseguir, a veces tarde. La droga era mi amiga, yo desayunaba con un pase, me levantaba a la mañana y quería tomar.
Gracias al Tratamiento, tengo otra vida, ya no me drogo más. Antes dependía de la cocaína, después del Tratamiento, nunca más tuve ganas, no tengo abstinencia, llevo una vida normal, tengo trabajo y estoy muy bien con mi pareja. Él también dejó todo y muchos amigos que me ven me preguntan cómo hice. Hoy comparto tiempo con mi familia, estoy totalmente cambiada, superé mi pasado y perdoné, hoy puedo decir que soy feliz”.
Participe usted también de la reunión del Tratamiento definitivo para la Cura de los Vicios y compruebe en su vida o en la de un ser querido que existe una salida para este mal. Lo esperamos este domingo a las 15 h en Av. Corrientes 4070, Almagro.
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