La anorexia nerviosa es un conjunto de enfermedades mentales y uno de los principales trastornos alimenticios, también llamados Trastornos psicogénicos de la Alimentación. Lo que distingue a la anorexia nerviosa es el rechazo de la comida por parte del enfermo y el miedo obsesivo a engordar, que puede conducirle a un estado de inanición. Es decir, una situación de gran debilidad ocasionada por una ingesta insuficiente de nutrientes esenciales. En casos graves puede desarrollar desnutrición, hambre, amenorrea y extenuación.
La anorexia nerviosa es una enfermedad específica caracterizada por una pérdida autoinducida de peso acompañada por una distorsión de la imagen corporal, cuya presencia es indicativa de un estado patológico diferente del individuo, y puede tener consecuencias muy graves para la salud de quien la sufre.
Hay dos tipos de anorexia, la restrictiva, que se da cuando el paciente intenta disminuir de peso realizando dieta y practicando ejercicio físico. No existen vómitos autoinducidos ni consumo de medicamentos para acelerar la acción de la dieta.
El segundo tipo es con alimentación compulsiva. Además de la dieta y el ejercicio, las personas afectadas por esta modalidad se autoprovocan el vómito, generalmente intentan ocultarlo para que nadie lo sepa. Además consumen diversos medicamentos que supuestamente pueden ayudar en la pérdida de peso.
Liliana Rodríguez vivía nerviosa, con dolores de cabeza e insomnio. Sumado a estos trastornos, la anorexia, la hipertensión arterial y el hipertiroidismo hacían estragos en su salud. Ella aprendió a invertir en su vida espiritual y el resultado fue notorio en su salud y en otras áreas de su vida.
“Cuando me casé, sufrí fuertes agresiones de parte de mi esposo, mis hijos también. Incluso pasábamos hambre porque él tenía trabajo y oficio pero no nos daba ni un centavo, tampoco me dejaba trabajar. A causa de la anorexia llegué a desvariar a tal punto que él quería internarme en un psiquiátrico”, cuenta.
Desde que Liliana comenzó a participar de las reuniones en la Universal su interior se fortaleció, entonces usó su fe en los propósitos y en la Hoguera Santa para ser libre de las enfermedades. “Mi salud ahora es excelente, ya no sufro con anorexia ni con hipertiroidismo y tampoco tengo problemas de presión. Dios me fortaleció y me bendijo en mi vida económica y en el ámbito familiar”, asegura.
Ella concurre a la Universal de Grand Bourg en El Callao 1164.
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