Ciro Immobile es uno de los jugadores de fútbol más respetados en Italia. A los 26 años, ya jugó una Copa del Mundo y, solo en esta temporada, marcó 9 goles en 11 partidos.
Pero si dentro de la cancha la vida del crack va muy bien, dentro de casa parece que hay cosas que resolver.
Un vídeo publicado hace algunos días se viralizó en internet. En este, la esposa de Ciro, Jessica Melena (foto), muestra su rutina pidiéndole atención al marido, que prefiere seguir jugando con videojuegos. Ambos están casados hace algo más de 2 años y son padres de dos nenas.
El video es una broma, pero retrata un vicio que estorba a muchas parejas: los juegos electrónicos.
Hombre maduro
En su blog, el escritor Renato Cardoso, autor del libro “Matrimonio Blindado”, explica que uno de los grandes problemas en la construcción de las relaciones actualmente es el hecho de que muchos hombres no saben actuar según la edad que tienen.
“Una de las quejas constantes de las mujeres respecto a los hombres de hoy en día es sobre su inmadurez”, dijo el escritor. “Son mujeres que buscan a un hombre de su franja etaria y solo encuentran jovencitos vestidos de hombres (a veces ni eso)”.
Él explica que es natural e inclusive saludable mantener en sí un poco de “niño”, pero ese “niño interior” no debe jamás asumir el control de la persona e interferir en la vida del hombre.
“Un IntelliMan debe pensar, actuar, hablar, sentir y comportarse de forma adecuada a su edad y situación. Note que no es solo la edad. Un hombre casado de 25 años no se comporta como un soltero de la misma edad. Igual edad, situaciones diferentes — madurez diferente”, aclara.
Un estudio reciente, realizado por la revista Neurology Now, explica que jugar con videojuegos influye la producción de la substancia química dopamina en el cuerpo humano. Cuando la persona pasa mucho tiempo con los juegos, la alta producción de dopamina es capaz de desactivar la corteza pre frontal, región cerebral conectada a la toma de decisiones, autocontrol y juicios.
O sea: muchos jugadores de videogames pierden la capacidad de decidir el momento de dejar de jugar, pierden la noción del tiempo y dejan de lado tareas importantes, como estudiar, trabajar y cuidar del propio matrimonio.
“No critico a quien juega, pero he visto muchos casos de hombres que cuando llegan a casa del trabajo están mucho más interesados en agarrar la consola que a su esposa”, relata Renato. “No me tome a mal. Si a usted le gusta, hágalo, juegue de vez en cuando. En aquellos ‘5 minutitos’ mientras ella se está arreglando el cabello, preparándose, todo bien. Si ella se fue a la casa de la mamá y usted no tiene nada mejor que hacer un sábado a la tarde, no va a interferir. Pero el problema es que esos juegos están programados para enviciar. Es difícil comenzar y parar.”
Si usted, hombre, ya dejó algo importante “para dentro de unos minutos más” o si su mujer alguna vez se quejó de que le da más atención a los videojuegos que a ella, es hora de rever las actitudes de la pareja.
Participe en la Terapia del Amor, que se realiza todos los jueves a las 10, 16 y 20h, en la Universal de Almagro, Av. Corrientes 4070, y sepa cómo resolver las cosas en su vida sentimental.
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