No todos los días usted recibe la noticia de que una persona resucitó. Además, ¿conoce a alguien que ya haya pasado por eso? Vamos a contarle una historia que es, sin duda, una verdadera expresión de fuerza y fe.
El cearense Emanuel Robson de Oliveira Simões, (en la foto) de 40 años, ya era pastor de la Universal cuando necesitó someterse a una cirugía bariátrica. El procedimiento era indispensable para su salud, ya que estaba pesando 160 kilos.
En 2005, cuando hacía la obra en Mato Gosso, viajó a San Pablo junto a su esposa, Eliara Leorne Simões, y a su hijo Vitor, que apenas tenía 4 años. El matrimonio también tenía otra hija, Vitoria Leorne Simões, de 10 años de edad en ese momento, que tuvo que permanecer en Mato Grosso debido a sus estudios.
El viaje hecho para la realización de la operación, se transformó en una larga estadía, en un lugar totalmente desconocido.
Durante la cirugía, hubo una falla en el engrampamiento del estómago, lo que acarreó innumerables problemas, como una embolia pulmonar y una infección generalizada. Emanuel entró en coma y sus riñones sufrieron necrosis. Como si no bastara esa situación, durante el coma, el pastor tuvo neumonía y tres paros cardíacos.
En todo ese proceso, Eliara estuvo a su lado. Pero Emanuel estaba internado, lejos de sus hijos. Eliara permaneció en una lucha constante porque su hijo Víctor estaba la mayor parte del tiempo con su abuela paterna, que viajó desde Ceará (estado de Brasil) para ayudarla en los cuidados del niño.
El pastor permaneció tres meses en coma y su salud solo se agravaba. “Muchos oraban por mí, me visitaban, pero no mejoraba. Por el contrario, la situación solo empeoraba”, contó Emanuel.
Momento de actuar la fe
Eliara también cuenta lo difícil que fue ese momento. “Yo solamente tenía la certeza que saldríamos de esa situación. Yo era la parte viva de él. Las palabras negativas que recibía de los médicos no me desanimaban. Por el contrario, siempre supe que mi Dios es el médico de los médicos, y que esa situación era pequeña ante Él”, relató.
La fe era la única aliada de Eliara. Aquel era el momento de apegarse aún más a Dios, intensificar las oraciones y los ayunos. Era necesario llamar la atención para algo que estaba prácticamente perdido.
A Eliara le informaron que su marido había muerto y que su cuerpo había sido llevado para la realización de la autopsia. Sin embargo, ella no se dejó llevar por esa noticia. “En aquel momento, no acepté eso. Le dije a Dios que yo no había pedido estar allí. Llegué al altar de la Universal, en la Av. João Dias, en un horario que no había reunión. Me acuerdo como si fuera hoy, era en época de la Hoguera Santa. Siempre andaba con una foto 3×4 de mi marido. Agarré esa foto y todo lo que tenía, solo me quedé con el dinero para el pasaje y le dije a Dios que mi marido pertenecía a aquel altar”, declaró emocionada.
Milagro
Cinco minutos fueron necesarios para que Dios operara el milagro. Eliara recibió una llamada con la noticia de que su marido se había movido durante la autopsia. Ni los médicos creyeron lo que había sucedido.
El pastor volvió a la vida, ya que había sido dado por muerto. Después de todo el susto, los médicos afirmaron que él tendría secuelas. Debido al período que estuvo en coma, Emanuel tuvo una necrosis avanzada en la región inferior de la espalda y eso podría causar complicaciones en los movimientos de las piernas.
Una lucha más debería vencerse. “Yo no acepté no poder caminar más. Fueron ocho meses en una silla de ruedas, usando mi fe y participando de las reuniones. Hoy soy la prueba viva de que existe un Dios extraordinario. Camino y vivo una vida plena, sirviendo a mi Señor”, destacó Emanuel.
Para el matrimonio, el secreto de la victoria fue y es actuar la fe, lo que consiste en la actitud y en la indignación. Sin estos tres factores, según ellos, es imposible mover la mano de Dios.
En el mismo altar donde Eliara obtuvo su respuesta, muchos ya probaron la grandeza de Dios. Participe de la Hoguera Santa y usted también cambie su historia.
En cada Universal, hay una preparación para la Hoguera Santa, un evento especial para personas que quieren conocer el poder de Dios y tener Sus bendiciones en sus vidas.
Si usted quiere conquistar una vida exitosa, completa y realizada, participe de una de las reuniones diarias en una Universal más cercana a su casa (vea las direcciones aquí) y sepa cómo participar de este momento que transformará su vida. No dependa de nadie, dependa únicamente de sí mismo y de Dios.
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