La oración es muy importante para todos, por eso nosotros debemos practicarla diariamente. ¿Qué hace la oración? La oración abre el Cielo.
Hoy las personas despiertan nerviosas, maldiciendo, diciendo groserías, preocupadas, cuando deberían despertar en paz y, antes de bajarse de la cama, doblar sus rodillas y agradecerle a Dios por un día más y pedirle que las lleve y las traiga en paz en todo lo que hagan.
No es estar todo el día de rodillas, sino tomarse unos minutos antes de bajar de la cama y orar siempre en Nombre de Jesús: “En Nombre de Jesús, bendice Señor todo lo que voy a hacer, protégeme, guárdame”.
A la hora de comer, siempre agradecerle a Él por la comida, porque hay personas que no tienen qué comer.
Al salir con el auto, pedirle a Dios que proteja sus caminos de todo peligro.
Al ir a dormir, agradecerle por un día más y pedirle que proteja sus sueños, porque hay quien no logra dormir en paz.
Si va a hacer un negocio, si va a buscar un trabajo…
Tenemos que contar con Dios porque, sin Él, ¿qué podremos hacer?
“Aconteció que cuando todo el pueblo se bautizaba, también Jesús fue bautizado: y orando, el Cielo se abrió, y descendió el Espíritu Santo sobre Él en forma corporal, como paloma, y vino una voz del Cielo que decía: Tú eres Mi Hijo Amado, en Ti tengo complacencia”. Lucas 3:21
Cuando Juan vio a Jesús dijo: “Yo necesito ser bautizado por Ti, ¿y Tú vienes a mí?” Pero Jesús le respondió: “Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia”.
(Mateo 3:14-15).
Al salir del agua, ¿qué hizo Jesús? Oraba, Jesús era de oración. ¿Y qué sucedió? ¡El Cielo se abrió!
La oración abre el Cielo.
Incluso para recibir el Espíritu Santo, casi siempre la persona Lo recibe al estar orando y adorando a Dios.
Debemos ser de oración, Elías oró pidiendo que lloviera y llovió.
La oración de una persona justa tiene poder.
Pero no debe ser como algo memorizado, sino que debe ser sincera.
Hoy las personas, cuando tienen un problema, llaman a uno y a otro antes de llamar a Dios en oración.
La oración es el canal que nos conecta con Dios.
Muchas personas, participando en una oración, fueron curadas.
Si el Señor Jesús oraba, nosotros tenemos que orar.
Debemos pedir que el Señor esté delante de todo y que sea hecha Su Voluntad.
Si nos llega la noticia de que un familiar está enfermo, debemos ponerlo, a través de una oración, en las manos de Dios.
Ustedes jóvenes, antes de ponerse a estudiar, deben pedirle a Dios que abra sus mentes para entender.
Dios no necesita celular ni computadora, sino sinceridad. Aun en un baño, usted puede orar y pedirle a Dios en Nombre de Jesús que lo ayude, ¡y listo!
Hoy la gente vive enviando mensajes a todos, ¡reemplace esos mensajes por oración!
“… y orando, el Cielo se abrió…”
Usted empieza a orar y el Cielo se empieza a abrir.
No deje de orar y, si usted ya ora, ore más.
Cuanto más ore mejor será para usted, porque la oración abre el Cielo y hace que Dios le conteste. ¿Y qué pasa después de que usted ora? Usted tiene paz.
“Orad sin cesar” (Tesalonicenses 5:17).
Piense en eso.
Dios le bendiga.