La familia Suárez enfrentó la dura pérdida de una hija de dos años de edad. Esto desencadenó una serie de problemas en la familia. “Nuestra hija estaba en coma cuatro cuando desesperados recurrimos a una curandera para que la sanara, a los días salió de ese estado, pero desde ese momento vivió los peores momentos de su vida, un año después falleció”, recuerda Marcela Viña. Ella como madre, debía reponerse para poder continuar con la crianza de sus otros tres hijos. “Fue muy difícil, un día tuve un revólver en la mano para suicidarme, pero pensé en mis hijos y desistí”. Sergio Suárez, su marido a partir de ese momento comenzó a tener problemas de salud. Pero clínicamente no le encontraban nada. En un mes había perdido 30 kilos. “Lo habían internado pero a pesar de realizarle estudios no le hallaban nada. Sólo esperaban que falleciera”. Conocieron la iglesia a través del programa de televisión, decidieron participar y allí aprendieron a usar su fe. Sergio fue completamente sanado. Y tiempo después lograron la reconstrucción en la familia y la liberación total del vicio a la droga que tenía el hijo menor del matrimonio. Todo eso lo lograron a través de la indignación y la fe en Dios.
Sepa cómo usar esta fe en el Cenáculo del Espíritu Santo más cercano de su casa a las 8, 10, 16 y 20 hs.