“Diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre. Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario.
Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia.” (San Lucas 18:2-5).
Muchas veces los cristianos no son perseverantes, lo que falta es clamar a Dios día y noche.
Para orar no tiene que cerrar los ojos, cuando esté manejando, caminando puede decir “hazme justicia en el nombre de Jesús”. El Señor nos dio la dirección para que Dios haga justicia. No hace falta estar de rodillas día y noche, puede estar 24 horas en oración.
Los escogidos son aquellos que creen en la promesa de Dios y aquellos que usan la fe.
Muchos de ustedes han vivido injusticias en su vida sentimental, laboral, en la salud o en la familia.
Dios no se manifiesta en nuestra vida por el sufrimiento que pasamos, sino por la fe que tenemos en Él. Si usted cree Dios hará justicia.
¿Cómo se vencen las injusticias? Con las armas espirituales: ayuno, oración y ofrenda. Hay que clamar a Dios día y noche donde sea, no hay excusa, Él conoce nuestros pensamientos.
Aprenda más sobre la vida espiritual, este domingo a las 7 y principalmente a las 9:30 h en Av. Corrientes 4070 – Almagro o en la Universal más cercana a usted.
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