La depresión no es una fatalidad ni una condenación. La depresión es el estado de desesperación del alma.
Lamentablemente, el depresivo no ve que la depresión es un problema del alma. Y cuanto más agudo es el nivel de la depresión mayor es el grito del alma en búsqueda de ayuda.
Síntomas de la Depresión
Imagínese a la persona que, en determinado momento, decide tirar todo lo que tiene de bueno de su casa. A medida que va mirando a su alrededor, nota la casa vacía y piensa consigo mismo: “No tengo nada, voy a estar en la miseria, no tengo futuro, no hay esperanza para mí, estoy perdida y no veo salida sino la muerte…”
La sensación de vacío profundo es el mayor dolor del depresivo. Los síntomas de la depresión comienzan con la duda, enseguida viene el miedo, el vacío, la tristeza profunda, la agonía y así sucesivamente.
Solución para la Depresión
Tratar la depresión es tratar al ALMA. Y para tratar al ALMA solo existe un camino: OÍR la Palabra de Dios; MEDITAR en las Sagradas Escrituras, en fin, ABSORVER el Espíritu de la Biblia.
El Señor Jesús dijo que:
“No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda Palabra que sale de la Boca de Dios.“ Mateo 4:4