Nora Barrios tenía una vida normal, hasta que sucedió algo que desestabilizó su vida y la hizo pensar que no había una salida. Su esposo falleció y a raíz de su muerte su vida se desmoronó. En medio del dolor y el sufrimiento los problemas económicos también se hicieron presentes. Las dificultades económicas hicieron que perdiera su casa.
Esto trajo como consecuencia que se refugiara en los vicios. “Todo el tiempo estaba nerviosa, atormentaba espiritualmente y cuando veía mis hijos enfermos no sabía qué hacer. Estaba en el fondo de un pozo, no encontraba una manera de salir de esa situación”, cuenta.
En esos momentos recibió una invitación para participar de las reuniones de la Universal, decidió probar y, para su sorpresa, fue el comienzo de una nueva etapa en su vida.
“Hice las cadenas de oración, perseveré y puse en práctica las orientaciones que me dieron, así mi vida comenzó a cambiar. Fui venciendo todo lo que me hacía estar mal, Dios me liberó del dolor que había en mi interior por la muerte de mi esposo y me llenó de fuerzas. Dejé de ser una persona nerviosa y ya no necesité recurrir a los vicios. Salí adelante económicamente y pude volver a sonreír. Hoy soy muy feliz, una nueva mujer”, concluye sonriendo.
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