Cuando un hombre y una mujer se unen en matrimonio, pasan a tener derechos y obligaciones para que puedan vivir en armonía. Más allá de las leyes civiles instituidas para el matrimonio, también están las que creó Dios para que puedan mantener una relación feliz y saludable.
El marido tiene el deber de amar y defender a su esposa. Y ella debe respetarlo, como dicen las Sagradas Escrituras: “Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido.”, (Efesios 5:33).
¿Qué se debe hacer para respetar al marido? Entender que él tiene la autoridad instituida para liderar la familia. Ser leal, fiel, darle atención y dedicarse a él.
Para actuar así se necesita aceptar que sus opiniones prevalezcan. Eso no quiere decir que la esposa debe estar de acuerdo en todo, ni anular su forma de pensar. Pero ella debe exponer sus ideas sin pretender estar por encima de las decisiones de su marido. Debe tener buena voluntad al ceder sus deseos individuales en beneficio de la pareja. Ella comparte su punto de vista y escucha los consejos de su marido.
Claro que el marido puede estar equivocado. En esos casos, la esposa debe presentar sus opiniones de forma inteligente, para que pueda influenciarlo. No se enfoque en los puntos negativos. En vez de hacer eso, enfatice los positivos y plantee sus ideas preguntándole qué le parecen. Así, él hará caso a su opinión.
La esposa sabia es una auxiliadora del marido, es alguien que camina a su lado para que siempre puedan tomar las mejores decisiones.
Cambio de roles
Sin embargo, los problemas aparecen cuando la esposa asume la autoridad, como afirma la escritora Tania Rubim: “Si en un país o en una empresa todos quieren mandar, dar órdenes y tener la última palabra, las cosas no funcionarían y las peleas serían constantes, porque cada uno defendería su punto de vista. Lo mismo sucede en el matrimonio”.
Cómo respetar al marido
· Reconózcalo como líder.
· Préstele atención cuando él habla con usted.
· Elógielo para motivarlo.
· Muéstrele a él y a los demás cuánto lo admira.
· Escuche las ideas que él tiene y sugiera las suyas.
· Mantenga el diálogo.
· No use las lágrimas como “arma” para imponer algo.
· Cuide sus cosas y el hogar.
[related_posts limit=”17″]