Miles de personas en todo el país se acercaron a las diferentes sedes que la Universal tiene distribuidas en el territorio nacional para participar de una nueva edición de La Noche del Novio, el propósito especialmente dedicado a quienes valoran la Salvación de su alma.
En esta oportunidad, recibieron un mensaje del obispo Edir Macedo, quien dijo: “Antes de subir a los cielos y sentarse a la derecha del Todopoderoso, Jesús les dijo a más de 500 personas que Lo vieron por última vez aquí en la Tierra: “He aquí, Yo enviaré la promesa de Mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto”, (Lucas 24:49), es decir, “No salgan de Jerusalén hasta que no reciban el Espíritu Santo”. Y me puse a pensar qué era salir de Jerusalén.
Sabemos que de las más de 500 personas que oyeron esas palabras, solo 120 fueron obedientes, se quedaron en Jerusalén y recibieron el Espíritu Santo. Entonces, no salir de Jerusalén significa no salir del Altar, no quitar el pensamiento del Altar, no olvidarse del Altar.
Sé que muchas personas han hecho de tripas corazón para recibir el Espíritu Santo, pero, en determinado momento, Lo olvidan y pasan a cuidar sus propias vidas, como si el Espíritu Santo, esa promesa magnífica de Jesús no existiera. Simplemente se olvidan del Altar.
El Señor Jesús quiere que Le entreguemos nuestra vida en el Altar y que nuestros pensamientos jamás salgan del Altar”.
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