La mayoría de las personas sabe que la obesidad es un problema para los seres humanos. Pero ¿y qué ocurre con nuestras mascotas? Los perros y gatos podrían estar imitando los hábitos deficientes de ejercitación y alimentación de sus dueños.
La obesidad es un problema, tanto para las mascotas como para las personas, pero puede ser más difícil de detectar en los animales. El peso excesivo comprime los órganos y ejerce presión sobre las articulaciones y ligamentos. La incomodidad puede hacer que la mascota se vuelva aún más inactiva, perpetuando simplemente el problema, y provocando una mayor acumulación de peso.
Estos son algunos de los problemas que se le pueden atribuir al sobrepeso en las mascotas.
– Diabetes.
– Tensión en las articulaciones y otros componentes esqueletales.
– Problemas respiratorios.
– Insuficiente energía.
– Problemas digestivos.
– Problemas en el funcionamiento del hígado.
– Infecciones de las vías urinarias.
– Insuficiente calidad de vida y disminución de la longevidad.
– Problemas de la piel y el pelo.
– Intolerancia al calor.
Con frecuencia tratamos a nuestras mascotas como miembros de la familia, y les inculcamos malos hábitos a los animales. Un perro o un gato salvaje busca comida cuando tiene hambre. Sin embargo, en el mundo del hogar y su clima controlado, los animales se acostumbran rápidamente a comer a solicitud, especialmente si su dieta se complementa con golosinas.
Según los veterinarios, las golosinas o treats no deben conformar más del 10 por ciento de la dieta de la mascota, y se le deben administrar con moderación, e incluso eliminarlas si tienen un alto contenido de calorías. Pruebe a sustituirlas con zanahorias crudas o pedacitos de manzana, en vez de los bizcochos cargados de calorías.
Pero probablemente la reducción de la cantidad de alimentos que consume su mascota no sea la solución, porque tal vez deja de ingerir nutrientes esenciales. En vez de recurrir a este método, consulte con su veterinario, para determinar qué tipo de dieta es la idónea para su mascota. La clave podría estar en un alimento recomendado.
La ejercitación es importante para las mascotas. Jugar con su perro o su gato, y llevar al perro a caminar son acciones vitales.
Recuerde que, al igual que los seres humanos, el aumento de peso no es sólo un efecto colateral de los hábitos incorrectos de alimentación y ejercitación, pues podría ser una señal de un problema de salud subyacente. Por tanto, si le preocupa el peso de su mascota, consulte primero con el veterinario, quien puede realizar análisis de sangre y otras pruebas para determinar si algún trastorno de salud está contribuyendo a la obesidad.