SI USTED INTENTA ser el padre de su esposa o la madre de su marido en el sentido de controlar su libertad, recibirá a cambio una pareja que actuará como un adolescente rebelde.
Esa rebeldía podrá ser agresiva o pasiva, y sí, podrá ser muy equivocada también, pero la primera equivocación vino de su actitud controladora.
No intente ser el guardián de su compañero. No fuimos creados para ser controlados sino libres. Todo control excesivo eventualmente generará rebelión.
Lo correcto es: dé libertad, pero exija el uso de ella con responsabilidad y respeto por la relación.
Extraído Blog Obispo Renato Cardoso
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