La infancia de Liliana estuvo marcada por la escasez económica, lo que marcó su vida desde temprana edad. Ella lo recuerda así: “Tuve una niñez muy sufrida, nos faltaban muchas cosas, pasábamos necesidades”.
Esa situación la acompañó a lo largo de los años. “Cuando me puse en pareja, también todo era limitado, teníamos deudas, nuestra casa era muy precaria”, admite. Además, con la llegada de los hijos, más compromisos económicos aparecieron. Al respecto, reconoce: “Cuando nacieron mis hijas, la situación empeoró. Llegamos a tener varias cuentas pendientes por pagar”.
La realidad que vivía Liliana y su familia escaló al punto de traer preocupación y sumar nuevos dilemas por resolver. “Mi esposo tuvo varios intentos de suicidio, vivía una vida muy perturbada. En realidad, sufríamos todos porque era muy difícil lo que estábamos viviendo con niñas chiquitas. Ellas veían todo lo que estábamos pasando”, asegura.
Sin embargo, una hoja en blanco esperaba ser escrita de forma diferente, lo que traería la vida de calidad tan anhelada. La fe lo hizo posible. “Cuando conocí la Iglesia Universal y empecé a participar de las reuniones de Prosperidad con Dios, comencé a usar la fe, a perseverar y a confiar en que Dios iba a cambiar mi situación. Y fue lo que sucedió”, recuerda.
“En primer lugar, lo más importante que conquisté fue tener el Espíritu Santo”, admite Liliana quien, luego, comenzó a ver los resultados en las demás áreas de su vida. Sobre ello, señala: “Con respecto a mi familia, Dios la transformó. Ahora en mi casa hay tranquilidad, armonía, con mi marido podemos estar en paz, podemos hablar, hay comunión”.
Económicamente, su realidad dista mucho de la de aquella niña que pasaba necesidades en el pasado. “Usando la fe, Dios nos ayudó y pudimos terminar nuestra casa. Además, Él nos bendijo con dos autos de alta gama”, detalla Liliana. No obstante, reconoce que su mayor conquista habita en su interior. “Lo fundamental de todo lo que logramos, la base de mi vida es el Espíritu Santo”, concluye.
Asiste a la Iglesia Universal ubicada en San Martín 125, Tristán Suárez, Bs. As.