Un terreno de 16 mil metros cuadrados, que albergaba a un gigantesco edificio histórico construido en 1901, demolido en marzo de 2011 con el permiso del gobierno de la ciudad de Curitiba, dará lugar a un nuevo templo de la Universal en la capital paranaense. Las obras de preparación del terreno están a todo vapor.
La nueva Universal debe abrir sus puertas en el 2016 para todas las personas que necesiten un socorro espiritual, borrar frustraciones, liberarse y realizar sus sueños, así como le sucedió a la secretaria Regina Ferreira, de 42 años. “Yo era depresiva, intenté suicidarme cinco veces y hoy, después de haber conocido el trabajo de la Universal, estoy totalmente transformada, y creo que con la nueva construcción realizaré todos mis sueños. Será la oportunidad para que más personas conozcan al Señor Jesús”, dice ella, que concurre a la Universal desde 1996.
El nuevo templo tendrá ocho pisos, ocho ascensores, 6.000 asientos, estudios de radio y de televisión y 612 lugares de estacionamiento cubiertos, en la esquina de las avenidas Getúlio Vargas y João Negrão, en el barrio Rebouças. La expectativa por la construcción es grande y reunió a más de 30 mil personas a principios del 2014 para el lanzamiento de la Piedra Fundamental, con la presencia del obispo Edir Macedo, que lanzó un ejemplar de la Biblia – la base de la Iglesia – como piedra inicial de la construcción, conforme Jesús le dijo a Pedro en el libro de Mateo, capítulo 16, versículo 18: “Y Yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré Mi Iglesia…”
Para el administrador Geraldo Amaral, de 44 años, la nueva iglesia es “una casa que ofrece mejores condiciones para que estemos con Jesús”. Para él, el nuevo templo les brinda un mejor recibimiento a los hijos de Dios.
La construcción también le ofrece a la ciudad mejorías, cómo la revitalización de las aceras, rampas para el acceso a discapacitados y una nueva señalización en la cuadra. Por otra parte, en el ambiente interno, se invita a todos a una perspectiva de vida arraigada a las enseñanzas cristianas y beneficia a los curitibanos con la continuidad de los proyectos relacionados a la prevención a las drogas, la atención a los ancianos, la escuela bíblica infantil, además de los trabajos que abordan el desequilibrio familiar y los que tienen como objetivo la inserción social.
(*) Colaboró: Rafaella Luvizotto
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