El pasado sábado 4 de junio, a las 17 h, se realizó una nueva reunión exclusiva para hombres. En esta oportunidad, el tema tratado fue la disciplina en relación a la mujer.
El obispo Djalma explicó que, así como una mujer de Dios puede ayudar a un hombre y complementarlo, una mujer que no es de Dios puede destruirlo: “Un hombre puede soportar ataques de otro hombre, competir e incluso pelear con él y vencer, pero cuando el adversario es una mujer, su fuerza se confunde. Una mujer tiene el poder de quitarle la fuerza a un hombre. Para no ser vencido por ellas, el hombre inteligente debe ser disciplinado en una serie de aspectos, como la mirada, el oído, el sexo, la amistad, el respeto, la caballerosidad y la fidelidad”.
Luego, el obispo detalló cada uno de estos aspectos de la disciplina del hombre: “Si una mujer que no es su esposa le llama la atención, dirija su mirada hacia otro lado. La mayoría de los pecados de los hombres en relación a las mujeres comienza en los ojos.
Otro aspecto importante está relacionado al oído. Usted debe discernir el poder de la palabra de una mujer, porque ella puede calmarlo y también encender su ira, o inducirlo a hacer cualquier cosa influyendo en sus decisiones.
Con respecto al sexo, el hombre soltero que desea ser disciplinado debe practicar el dominio propio para no caer en la esclavitud de la pornografía y la masturbación. El casado, por su parte, debe mantenerse en exclusividad para su esposa”.
Un punto importante que aclaró muchas dudas se refirió a la amistad entre el hombre y la mujer. Ante este aspecto, el obispo fue muy claro: “No existe amistad entre el hombre y la mujer, a no ser que estén casados o estén buscando empezar una relación. Lo que debe existir entre el hombre y la mujer es cordialidad, una interacción marcada por civismo, respeto y discreción”.
Ya hablando del respeto, la caballerosidad y la fidelidad, el obispo concluyó: “Tener disciplina en el respeto para con una mujer es verla como igual, no como alguien inferior, y al mismo tiempo saber entender las diferencias peculiares que ella tiene respecto del hombre.
La caballerosidad es una forma de disciplina porque esclarece el papel del hombre que es cuidar, proteger, defender y tratar bien a la mujer.
Si hablamos de fidelidad, podemos decir que la disciplina está asociada a la simplicidad, y la fidelidad es simplicidad. La infidelidad, en cambio, es complicación. Sea hombre de una sola mujer”, finalizó, para luego orar por los hombres que reconocieron tener problemas de disciplina en estos aspectos y decidieron cambiar.
Antes de terminar, los hombres recibieron el entrenamiento de junio, que busca formar hombres que van a adoptar la disciplina en todos estos aspectos relacionados a la mujer.
El próximo encuentro tendrá lugar el sábado 2 de julio, prepárese para una nueva jornada de disciplina y no falte.
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