Luego de la menopausia, las mujeres perdemos la protección de los estrógenos y las estadísticas indican que estamos expuestas a factores de riesgo cardíaco similar al de los hombres. Pero los problemas del sistema circulatorio se hacen visibles aproximadamente diez años después en la mujer que en el hombre y solo se equipara en ambos géneros a partir de los setenta años aproximadamente. Eso es bueno para nosotras. Sin embargo, en los últimos veinte años, el control y la prevención logró reducir en los varones un treinta por ciento la mortalidad por enfermedad cardiovascular, y no hubo ningún cambio en la población femenina. ¿La causa? La falta de conciencia en las mujeres y los médicos para cuidar este aspecto de la salud femenina.
Cuida tu corazón
Las estadísticas muestran que es más frecuente la muerte en la mujer por enfermedad cardiovascular que por todos los cánceres sumados y sin embargo, en general, se piensa que es lo opuesto. Las cifras oficiales de la estadounidense American Heart Association indican que sumando la mortalidad por causa cardiovascular (28%) y cerebrovascular (8%), da como resultado que el 36 por ciento de las mujeres mueren por enfermedades del sistema circulatorio; mientras que por algún tipo de cáncer fallece el 21 por ciento de la población femenina. Y estas proporciones se repiten también en países europeos. Por eso, el gran desafío de la medicina actual es responder eficazmente a este problema.
Actuar más y mejor
La médica cardióloga Ana Salvati, miembro de la comisión directiva de la Sociedad Argentina de Cardiología, señala que lo mejor para la mujer es controlar su salud mediante “un examen cardiovascular por parte de un cardiólogo o médico clínico” desde antes del climaterio. Y alerta: “cuando la mujer ingresa a la menopausia esta indicación es impostergable, aún en ausencia de factores de riesgo. Pero si la mujer tiene uno o varios factores de riesgo (hipertensión, colesterol, diabetes, obesidad, tabaquismo, etc) el control médico debe ser más precoz, porque está dentro de un grupo de mayor peligro de enfrentar alguna enfermedad cardiovascular”.