Cristina Bourré sufría con depresión porque su matrimonio estaba destruido, sus hijos vivían enfermos y su economía estaba en crisis. Sin embargo, cuando comprendió que podía revertir esa situación obtuvo las respuestas que necesitaba para vivir bien junto a sus seres queridos.
“La depresión me llevaba a no querer salir de mi casa, incluso mantenía las persianas bajas, eso me hacía no hacer las tareas mínimas en mi hogar. Tampoco atendía a mi esposo y a mis hijos.
En el matrimonio vivíamos discutiendo delante de los chicos, nos culpábamos mutuamente de las dificultades económicas pero ninguno tomaba una actitud. Al tener tantos problemas trajimos a una persona a mi casa para que hiciera una limpieza espiritual, pero todo empeoró. Perdimos el auto, la casa y dejamos de relacionarnos con otras personas y familiares. La situación ya no daba para más.
En esos momentos un familiar me traía ejemplares de El Universal y me hablaba del poder de Dios, aun así tarde varios meses en acercarme a la iglesia. Pero cuando comencé a participar de las reuniones y de la Hoguera Santa, Dios se manifestó en mi vida. En lo personal vencí a la depresión, mi matrimonio fue restaurado por completo, mis hijos fueron sanados y conquistamos la casa y el auto. Lo más importante es tener la presencia de Dios en nuestras vidas”.
Ella concurre a la Universal de Pilar ubicada en Lorenzo López 554.
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