“El temor del Señor es aborrecer el mal; la soberbia y la arrogancia, el mal camino, y la boca perversa, aborrezco”
¿Usted sabe lo que es la soberbia? Es un sentimiento negativo, marcado por la intención de demostrar superioridad sobre el prójimo. La soberbia camina lado a lado con la arrogancia, la falta de respeto y la codicia.
Para reflexionar
Un muchacho recién matriculado en la facultad comenzó las clases y el primer día llegó atrasado. Al entrar en el aula, se dio cuenta que estaba llena y que solo había un lugar disponible. Después pensó: “Caramba, justo al lado de ese mal vestido.” Pero no tuvo opción, allí tuvo que sentarse.
Su compañero de clase, muy educado, quiso hacerse amigo y conversar para descontraerse, pero él, distante, dijo pocas palabras, puesto que solo pensaba en la vestimenta del muchacho y no aceptaba tener un amigo que no estuviera en un nivel social menor que el de él; después de todo, no necesitaba siquiera trabajar, iba a la facultad en auto todos los días y tenía una cuenta bancaria repleta.
El tiempo fue pasando, el muchacho estaba cansándose de ser menospreciado por aquel con quien quería hacer una amistad, pero aun así, no desistió y era lo más amigable posible. Hasta que un día lluvioso, yéndose a la facultad a pie, ya que necesitaba economizar el dinero del pasaje, fue sorprendido por un auto que, intencionalmente, pasó por un pozo mojando el pantalón del muchacho. Aun triste él siguió adelante, y metros después, vio el mismo auto parado por un neumático pinchado. Apoyó las manos en el hombro del conductor que estaba de espaldas, y se dispuso a ayudar. Solo cuando el muchacho se dio vuelta vio que era su compañero de clase que dijo: “¡No, muchas gracias! Tengo seguro, voy a llamar al auxilio mecánico para que haga el servicio”.
Cayó la noche y el muchacho no fue a la facultad. ¿Sería que el seguro no había sido lo suficientemente rápido?
La Palabra de Dios es bien clara:
“Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu.” Proverbios 16:18
Nadie llega lejos, sino con humildad. “La soberbia del hombre le abate; pero al humilde de espíritu sustenta la honra.” (Proverbios 29:23). En fin, quien es soberbio no será provisto de sabiduría, pues nunca aceptará la opinión sincera de su prójimo, por pensar que siempre es el rey de la razón, que sus opiniones se destacan frente a la de los demás. Pero es solo un engaño, y únicamente provocará que sea una persona deshonrada, cada día más.
Líbrese de ese mal
“El temor del Señor es aborrecer el mal; la soberbia y la arrogancia, el mal camino, y la boca perversa, aborrezco.” Proverbios 8:13
Crea en la Palabra de Dios. Pida que el Señor bendiga sus planes, no deje que las compañías perversas y los consejos maliciosos lo desvirtúen. Jamás desprecie a su prójimo, quiera lo mejor para todos y la conquista vendrá y usted será recompensado. “En la boca del necio está la vara de la soberbia; mas los labios de los sabios los guardarán.” Proverbios 14.3