La habitación está oscura, todos duermen, excepto el niño, que sabe lo que va a pasar. Está aterrorizado, no quiere seguir viendo ni escuchando, está atormentado por espíritus, de repente una sombra lo sobresalta, no grita porque sabe que nadie le va a creer.
Este relato se refiere a la escena de una película, pero refleja la misma desesperación que sentía Analía. Ella veía y oía a sus familiares muertos. Así fue creciendo y sus problemas se hicieron cada vez peores.
Este viernes a las 8, 10, 12, 16 y 20 en Av. Corrientes 4070, Almagro, toque el Manto Consagrado y sea libre de su sufrimiento. También pueden buscar un Cenáculo del Espíritu Santo más cerca de su hogar.