Durante el mes de agosto, se realizó un evento dedicado a las mujeres privadas de su libertad. Se dio en varias Unidades Penitenciarias femeninas y Comisarías del país.
En la oportunidad se les brindó un mensaje para que pudieran meditar, sobre el peso que muchas llevan en su interior.
Se las llevó a pensar que pueden dejar atrás ese pasado de dolor y sufrimiento; cambiar sus pensamientos y actitudes, para tener un futuro diferente de la mano de Jesús.
Fueron invitadas a hacer un desafío con Dios, ya que solo Su Espíritu puede fortalecerlas al estar lejos de sus seres queridos.
Ellas aprendieron que el Señor puede transformar el interior, aunque esté cargado de odio y no logren “perdonarse” a sí mismas.
Para eso, necesitan usar la razón como dice el versículo bíblico: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?”, (Jeremías 17:9).
Este corazón, nadie lo conoce, solo Dios. Luego se las invitó a participar de una oración de fe, para decirle al Señor lo que no hablan con nadie y así escribir una nueva historia. Para finalizar, compartieron con ellas una “Tarde de Té”. En algunas Unidades carcelarias también se realizó una “Tarde de Belleza. Se obsequiaron Kits de higiene personal y souvenirs para que recuerden ese día.
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