No podemos cambiar el pasado, pero podemos tener un futuro nuevo, y la UEC sabe que eso es posible si Le entregamos nuestra vida a Dios.
Con esta conciencia, los voluntarios de la UEC de Córdoba se dirigieron a las puertas del penal de Bouwer para llevarles una palabra de fe y ánimo a los familiares de los internos. También oraron por los presentes y les entregaron el diario El Universal y libros de la Iglesia.
Por otro lado, la UEC de Lomas de Zamora se dirigió a las puertas de la Unidad 40, donde se les preparó un desayuno para compartir con los familiares que fueron a visitar a los internos. Además, principalmente, se les transmitió la Palabra de Dios, la única capaz de transformar vidas.