Luis estuvo deprimido durante mucho tiempo debido a los distintos problemas por los que estaba pasando, “Cuando llegué a la Universal, estaba destruido. Entré en un estado depresivo, era como caer en picada y no poder levantarte. Estuve tan mal que empecé a pensar en el suicidio, pero en ese momento la razón para vivir eran mis hijos”, recuerda Luis.
Él había perdido la fuerza, todo lo que hacía le salía mal. No tenía un trabajo estable y no podía mantener a su familia. Además, tenía una alergia en las piernas que sufrió durante años.
Pero cuando llegó a la Universal comenzó a ver un cambio en su vida. A través de la fe, pudo superar todo. Él reconstruyó todas las áreas de su vida a fuerza de perseverancia y confianza en el poder de Dios:
“Un día conocí la iglesia empecé a luchar, no fue fácil. Me costaba encontrar trabajo, pero luché y conseguí. Además, tomaba pastillas para dormir, estaba realmente mal.
Ahora, gracias a Dios, ya no me hacen falta las pastillas y la alergia que tenía en las piernas hacía 18 años, desapareció. Mi vida con Dios es maravillosa, lo que Él ha hecho en mi vida es increíble”.
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