Antes de crear al ser humano, Dios creó el ambiente perfecto para que Su criatura viviera y disfrutara de una relación plena con Él. Sin embargo, con la llegada del pecado, esa dinámica se fue adaptando para que esa relación fuera restablecida.
Vemos, en la Biblia, a quienes se diferenciaron debido a esa relación: desde Noé, que andaba con Dios, pasando por Abraham, que fue Su amigo, hasta María, que halló gracia delante del Padre, y Pablo, que era perseguidor de los cristianos, pero se volvió uno de los propagadores del Evangelio.
Predicar no tiene que ver con ritos, como lo destacó el obispo Edir Macedo: «El Evangelio son las “buenas nuevas”, es esperanza, es fe. No hay nada de doctrinas (…). Cuando usted llega con ese Mensaje evangelístico de esperanza y fe, las personas abren el corazón, reciben el Evangelio y el Espíritu Santo las convence de arrepentirse».
Por más que muchos digan lo contrario, la iglesia es fundamental, es nuestro pedacito del Paraíso en el mundo.
La investigación Global Religión 2023, del Instituto Ipsos, revela que el 76 % de los argentinos cree en Dios o en «un ser superior». El mismo porcentaje confirma seguir alguna religión. Entre el 63 % de los que se dicen cristianos, solo el 20 % afirma que va a la iglesia al menos una vez al mes. Eso es preocupante, pues el Evangelio destaca la importancia de adorar a Dios en comunidad.
En la iglesia se propaga el Evangelio para que las personas puedan comprender la Sagrada Escritura, reconocer sus debilidades, ser humildes y recibir al Espíritu de Dios. Es un lugar de apoyo, de refugio y de consuelo.
Para que cumpla su papel son necesarias las personas, de lo contrario, sería solo un edificio más.
Sin embargo, cada persona decide si se resistirá al Evangelio o si Lo aceptará.
En Asia, donde el Evangelio siempre encontró barreras, la Universal inauguró un Templo en Tailandia. A pesar de que la región es conocida por su «lado oscuro», la Iglesia les reveló a miles de personas que no importa cuáles sean los bagajes que cargan: Dios escribe una nueva historia para quienes Lo aceptan.
Por otro lado, en África, la Universal, en 2016, abrió un pozo artesiano para que los habitantes pudieran tener agua limpia.
La Iglesia llega a lugares que muchos quieren ignorar: comunidades carenciadas, hospitales, asilos, unidades socioeducativas para menores, cárceles, puentes en los que muchos se quitan la vida, ciudades donde desastres naturales dejaron centenas de impactados y otros lugares que muchos ni saben que existen, pero que están llenos de personas que sufren.
Según el Departamento de Comunicación Social y de Relaciones Institucionales de la Universal (UniCom), en 2023, la Universal benefició a más de 15,3 millones de personas en 120 países por medio de los trabajos sociales.
El objetivo es que las personas sufridas puedan encontrar aliento para sus almas en Aquel que las creó y ese «trabajo» es realizado por personas que siguen el ejemplo de la Iglesia Primitiva.
Mientras que algunos se dedican a propagar el Evangelio, otros contribuyen para que eso sea posible.
La propagación del Evangelio a través de la Iglesia tiene solo un objetivo: revelar que solo Él es capaz de transformar la vida de las personas que Lo aceptan