Usted puede orar o darle una palabra de ánimo a alguien que está sufriendo, pero no hay nada mejor que enseñarle a buscar, en la Palabra de Dios, la dirección. Y es eso lo que la Universal en Suiza ha hecho, a través de la distribución gratuita de ejemplares de la Biblia.
El pastor Felipe Monteiro, que coordina el trabajo de la Universal en el país, cuenta cómo surgió esta iniciativa: “Suiza es un país protestante y queremos traerlo de vuelta al origen de la fe, a través de la Palabra de Dios. La distribución se realiza en varias ciudades como Ginebra, Zúrich, Basilea y Berna. En una de ellas entregamos más de 1500 Biblias en un solo día”. Él añade que la preocupación es dar algo que suplirá todas las necesidades de las personas. “Los jóvenes esbozaron una expresión de sorpresa y muchos aprovecharon la oportunidad para regalársela a amigos y a familiares”, comenta.
La alegría en dar
“La distribución de las Biblias en las calles fue una gran conquista para la Iglesia en Suiza, porque está prohibido entregar material evangelístico en las calles. Tuvimos algunas dificultades para tener la autorización del gobierno para poder realizar este trabajo, pero lo logramos y pudimos llevarle la Palabra de Dios a este pueblo”, cuenta Priscila Fusaro (en la foto al lado, la cuarta persona de izquierda a derecha), de 43 años, una de las participantes de la entrega.
Y para Marta Menezes, de 37 años, la distribución trajo mucha alegría. Para ella y para los que recibieron el regalo. “Es una manera diferente de evangelizar, estoy feliz por haber podido formar parte de este proyecto, las personas podían ver mi felicidad y fueron muy receptivas”, añade.
La Universal en Suiza
El país tiene más de 8 millones de habitantes y un Índice de Desarrollo Humano (IDH) elevado (0,930 en 2014). A pesar de eso, tiene una de las tasas más altas de muertes por suicidio – alrededor de 1400 personas al año – la segunda más alta del mundo.
Por esta razón, es necesario el trabajo espiritual realizado por la Universal, que está en Suiza desde 1993, y su nombre en el país es: “Centre d’Accueil Universel” (Centro de Ayuda Universal). “Somos bien recibidos donde quiera que vayamos. Veo que nuestro trabajo se convirtió en una utilidad pública, brindando apoyo a través de las acciones sociales que hacen que nuestra fe sea reconocida y respetada”, concluye el pastor Felipe.
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