La Universal está fortaleciendo su trabajo en la ciudad de Vladímir, en Rusia, donde está presente hace aproximadamente un año. Con la inauguración del nuevo templo, pastores y obreros buscan llevar la Palabra de Dios a los más de 300 mil habitantes de la región.
Fundada en 1098, Vladímir se encuentra a unos 200 km de la capital del país, Moscú, y la ciudad ya ha sido sede del gobierno ruso durante la época medieval. Actualmente es el centro administrativo del estado de Óblastde Vladímir y, por eso, es de gran importancia en la sociedad rusa.
“Para la Universal no hay fronteras de idioma, cultura o clima”, explica el responsable por la evangelización en el país, el pastor Eder Figueiredo. “Este es uno de los mucho templos que abriremos en Rusia y en Europa Oriental”.
El comienzo en Rusia
Los primeros evangelistas de la Universal llegaron a Rusia en 1997. En los casi 20 años que está en el país, ya se han inaugurado 10 anexos, realizando diversas actividades sociales en grupos formados en cada uno de ellos.
La evangelización en el país se lleva a cabo a través de la televisión, periódicos y, principalmente, de las visitas realizadas a hospitales, orfanatos, etc. Debido a que Rusia es un país en el que el 41% de la población es ortodoxa y el 38% es atea, la evangelización no ha sido fácil. Sin embargo, eso no es un obstáculo para la Universal.
“La apertura del nuevo templo en la ciudad de Vladímir fue un paso muy importante que la Universal ha dado en Rusia, por ser un país que tiene como símbolo la religión ortodoxa”, afirma el pastor Ronaldo do Val. “Tengo la certeza de que muchas personas se convertirán a Dios”.
Nueva vida
En este año en que la Universal está en Vladímir – primero con un trabajo especial y, ahora, con el nuevo templo – muchas personas recibieron ayuda. Una de ellas fue la estudiante Valeria Tiulikova. A los 21 años de edad, la joven estaba muy enferma, sufría de insomnio, mareos y frecuentes dolores de cabeza muy fuertes. Debido a estos problemas, ella era una persona muy nerviosa.
“Cuando llegué a la Universal empecé a participar de las reuniones y mi vida comenzó a cambiar, los dolores desaparecieron y puede dormir”, afirma Valeria. “Estoy completamente curada y agradezco a Dios por haberme dado la oportunidad de conocer a la Universal. Estoy muy feliz de que ahora en mi ciudad se haya abierto una iglesia. Veo esto como una gran oportunidad para que las personas que sufren puedan transformar sus vidas.”
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