A menudo, los hombres están poco dispuestos a considerar la vasectomía a causa de información errónea y mitos
La vasectomía es el procedimiento quirúrgico por medio del cual se logra la esterilización masculina de modo que en el semen del varón vasectomizado, no encontraremos espermatozoides (células reproductivas del varón).
El procedimiento consiste en interrumpir los conductos por los que pasan los espermatozoides de los testículos a la próstata, a los cuales se les denomina conductos deferentes. Es un procedimiento que se realiza de forma ambulatoria, con anestesia local y con costos relativamente menores en comparación con la esterilización femenina.
A lo largo de su historia, la vasectomía ha tenido una gran cantidad de mitos responsables de que muchos hombres desistan de realizársela.
1. La vasectomía produce falta de eyaculado. Totalmente falso. Los espermatozoides contribuyen con cerca del 5% del volumen del eyaculado, por lo cual no hay diferencia perceptible del volumen de semen antes o después de la vasectomía.
2. La vasectomía produce impotencia. Igualmente falso. Solo se trabajan los conductos que trasportan los espermatozoides y no se toca en absoluto los testículos que son la fuente principal de testosterona (hormona masculina). Se sabe que los pacientes vasectomizados disfrutan de su sexualidad con más tranquilidad sin temor a embarazos no deseados. Ciertos estudios sugieren que el varón vasectomizado tiene su nivel de testosterona ligeramente más alto en comparación con los no vasectomizados siendo esto un factor que mejoraría el desempeño sexual.
3. La vasectomía puede producir dolor testicular después de la cirugía. Se calcula que uno de cada 1000 pacientes sometidos a la vasectomía puede tener dolor testicular a consecuencia de la acumulación de los espermatozoides en el epidídimo (órgano en donde maduran los mismos) y está contiguo a los testículos. Más del 99% de los pacientes no experimentan esta consecuencia de la cirugía.
4. La vasectomía falla con frecuencia. La incidencia de recanalización espontánea de los conductos deferentes se calcula en 1 de cada 4000 casos, por lo cual la falla de la vasectomía es extraordinariamente rara. Podemos decir que es un procedimiento seguro para el control definitivo de la natalidad.
5. Luego de la vasectomía el semen queda inmediatamente sin espermatozoides. Hay que tener en cuenta que hay espermatozoides que quedan en los conductos deferentes y vesículas seminales después de la vasectomía y se calcula que estos espermatozoides desaparecen después de aproximadamente 20 eyaculaciones, por lo cual se recomienda utilizar otro método de control de la natalidad (Condón, ritmo, pastillas en la compañera) hasta llegar a ese número de eyaculaciones y luego realizar un recuento de semen para estar totalmente seguros que no hay espermatozoides en el eyaculado que puedan causar embarazos no deseados.
6. La vasectomía no se puede revertir. Se calcula que cerca del 5% de los pacientes que se someten a vasectomía deciden revertirse la vasectomía, es decir someterse a un procedimiento quirúrgico largo y complicado de cerca de 4 horas, con anestesia general, mediante el cual se reconectan ambos conductos deferentes de manera que en el semen nuevamente aparezcan espermatozoides. Este procedimiento tiene una tasa de éxito que depende del tiempo de la vasectomía y que se calcula en cerca de 50% para vasectomías realizadas de 5 a 7 años antes.